España

Viva Carmen Miranda

La Razón
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El travestismo emanado de la celebración del día del orgullo gay en Madrid, como no podía ser de otro modo, ha hecho mella en algunos políticos. Pablo Iglesias, que entendió a tiempo para sus intereses que tenía que acabar políticamente con Errejón, una vez conseguido el propósito, además se quedó con la cara amable que representaba en Podemos. Por ello lo vimos junto a algunos de sus muchachos bailando frenéticamente al son del ritmo trepidante de Alaska: «Bailando, me paso el día bailando». Siguiendo con su adicción a los medios, le faltó tiempo para entrar en una de las cadenas televisivas que transmitían la manifestación del sábado. No tuvo el menor empacho en proclamar que España es líder mundial en el reconocimiento de los derechos homosexuales
–vaya, por fin le oímos que este país ha hecho algo bueno en su larga historia–, al tiempo que reclamó para su partido el mérito del referido liderazgo. Que el matrimonio entre personas del mismo sexo fuese aprobado por el Congreso de los Diputados a través de una ley que presentó el presidente Zapatero no tiene ninguna importancia. Era un Congreso ocupado por la casta –por cierto, con su nueva estrategia de dar la mejor cara, esto de la casta ha desaparecido del argumentarlo podemita–. Iglesias tuvo una ocasión de oro para haber manifestado que, al contrario que España, tres naciones que presuntamente no sé si le dan salud, pero sí dinero y amor, como Cuba, Irán y Venezuela, están en los últimos puestos del ranking mundial a la hora de reconocer derechos y libertades, especialmente al mundo gay. Personalmente, si el desfile del día del orgullo es algo festivo y carnavalesco, me parece estupendo, que se vista el que lo desee de Carmen Miranda –fue una estrella de los años 50 que salía en sus actuaciones y en sus películas con un vestuario multicolor y con unos tocados inmensos llenos de frutas tropicales, siendo icono gay de toda la vida–. Pero si se trata de una marcha para reclamar derechos universales para el colectivo, ir en plan jaula de las locas no me parece necesario.