Alfonso Merlos
¡Vivan las ocurrencias!
Es el remate de la feria. El problema en España resulta que no es la incompetencia de un buen puñado de políticos, que no es el puro desgobierno, la corrupción, el despilfarro, la ausencia de criterio para establecer cuáles son las prioridades en la gestión (¡y anda que no es fácil!).
Ahora la clave es que este país no termina de carburar porque no funciona la presidencia del Senado. ¿Se pueden hacer diagnósticos más surrealistas o simplistas o directamente estúpidos? ¿A quién se pretende tomar el pelo? ¿A quienes se pretende convencer? ¿Qué es eso de revitalizar la dinámica de trabajo de la Cámara Alta poniendo como presidente, por turnos, al señor que manda en cada una de las regiones de España? ¿Y a qué viene este cuento conociendo como conoce el PSOE que alguno de estos señoritos tiene una idea preclara y una intención que no es sino la de trocear la nación?
Es una evidencia que la socialdemocracia en este país ha perdido el norte, que va dando tumbos sin sentido, sin orientación alguna, sin metas, sin cuajo. Y es una evidencia que los que todavía siguen de un modo u otro a Rubalcaba tienen cada día menos una vocación socialdemócrata y lo juegan todo a la improvisación, al experimentalismo, al probar por probar. ¡A ver qué pasa!
¿Alguien de verdad en su sano juicio se imagina a Artur Mas ocupando lo más alto de una altísima institución del Estado? ¿Para qué? ¿Para dinamitarlo desde arriba? ¿Para burlarse de los ciudadanos? ¿Para pitorrearse de los que creen en la ley y el Estado de derecho? Por hacer el canelo hemos llegado al punto en el que estamos. A ver si empezamos a tomarnos en serio a nosotros mismos: a nuestra democracia, a nuestras instituciones, a lo que somos. ¿O qué?
✕
Accede a tu cuenta para comentar