Marta Robles

Volverá

Aún recuerdo la mirada que se le ponía a Carlos Sainz cuando de jovencito se sentaba al volante de un coche para correr un rally en El Escorial. Ninguno sabíamos que iba a llegar a lo más alto, a convertirse en el mejor piloto español de rallies de todos los tiempos, pero ya le notábamos algo especial. Tal vez era ese inagotable afán de superación que hace distintos a los grandes. Carlos es uno de los más grandes de nuestra historia. Tanto como para, después de haber ganado todos los premios posibles e imposibles, seguir aceptando cualquier reto, por mucho que las condiciones sean más que adversas. Como en el último Dakar. Aceptó competir con un coche que no conocía –un buggy que ni siquiera había probado–, con un copiloto nuevo y con menos medios que en sus anteriores participaciones. Sabía que tenía todo en contra, pero no le importó. Sin embargo, todo su entusiasmo se estampó contra los mil y un problemas técnicos de su vehículo, que no soportó el potentísimo ritmo de Carlos y reventó.

Nuestro piloto tuvo que abandonar el Dakar. ¿Arrepentido? No. Por supuesto que hubiese querido terminar y ganar, pero ya sabía que existían muchas posibilidades de no lograrlo. No lo consiguió, pero sí deja su impagable experiencia en el Dakar sobre ese buggy para el futuro. «No sé si volveré», ha dicho en su regreso. Los que seguimos y admiramos a Carlos Sainz apostamos que lo hará... Y ganará una vez más.