María José Navarro

Yo, Leonor

La Razón
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Ahí me tienen Vds. ya con diez añazos, que me tratan las revistas como si en vez de cumplirlos naturalmente haya subido cuatro ocho mil. «Tras un periodo de cambios y grandes citas». «Sus momentos más intensos». ¡Pero si tengo diez años! ¡Qué leche de grandes citas y momentos intensos! Ah, eso sí, me ha regalao mi padre el Toisón de Oro, que me ha hecho una ilusión loca. Yo no he visto una cosa más fea en la vida. Pero en fin, no le vamos a chafar al chiquillo la cosa, no vayamos también a cargarnos la Monarquía porque a mí no me guste ese mamarracho. ¿Se acuerdan Vds. de cuando nací, con aquel manchurrón en la nariz? Vds no saben cómo estaba Altibajos. Que le faltaba borrármelo aquello con una goma Milán. ¿Y de lo tarde que salió mi padre a dar la gran noticia, que parecía aquello más que un nacimiento la independencia de Cataluña? Por lo visto di un por saquico importante en el parto, jeje, siempre haciéndolo todo más difícil, como me dice mi madre. Pues nada, hicimos una fiesta de cumple muy chula, y vino el Richard y la Lore, la Raque, y la gente de la clase. Altibajos consintió y tuvimos gusanitos naranjas a tutiplén, Fanta como si no hubiera un mañana y sángüiches de fuagrás, buenísimos, de esos que se les quedan las puntas para arriba al rato. Sofía se puso de papas fritas hasta las trancas y pasó una noche de mil demonios, y eso que eran de esas que no engordaban y libres de no sé qué cosas. Ya saben Vds. que mi madre es que no se relaja la mujer, no hay manera de que esa criatura esté tranquila. Que me acerqué y le dije: «Te podías poner una bata y unas babuchas, hija mía, que luego se te cargan las corvas y se te acaban hinchando los pies». ¿Felipe Varela hace batas?