Cerco a la trama de extorsión de Manos Limpias

Se cierra el cerco sobre Manos Limpias y se demuestra que se trata de una trama para beneficio propio utilizando los procesos jurídicos en los que se presentaban. El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha imputado a Virginia López Negrete, abogada de este sindicato y cabeza visible en alguna de las causas más sonadas, como el «caso Nóos», en que representaba a la acusación popular. Ahora deberá comparecer el próximo 27 de septiembre para dar explicaciones sobre sus supuestos vínculos con actividades ilícitas de esta organización, cuyo máximo dirigente, Miguel Bernard, así como Luis Pineda, presidente de Ausbanc, se encuentran en prisión acusados de estar al frente de una trama de extorsión. López Negrete, según el auto de la Audiencia Nacional, desarrolla un importante papel en Manos Limpias con un «auténtico poder de decisión». Se abre paso con fuerza la idea de que dicha asociación sea una trama que utilizaba los casos en los que se personaba para beneficio propio. Según el juez Pedraz, la letrada solicitó en el «caso Nóos» algunas imputaciones «para utilizar esa circunstancia en su beneficio en otros asuntos de índole particular». Manos Limpias se presentó como un instrumento dispuesto a impartir justicia aprovechando una ola de indignación, pero podemos estar ante una maquinaria de extorsión.