El PSOE debe ponerle el cascabel al gato

Es un folletín por entregas, convulso, agitado, de pasiones intensas y desenlaces inciertos. O no tanto. Lo sucedido en la casa del PSOE en los últimos días toca a su fin. Al menos, y en lo que al común de los españoles atañe, en un mes. Es el tiempo que tienen los socialistas para dilucidar su papel en ese deshojar la margarita que tiene por objetivo evitar que los ciudadanos acudan a las urnas en unas terceras elecciones. No es nada nuevo. Se ha repetido hasta la saciedad. Y ayer mismo lo volvió a hacer el hombre de consenso, el hombre de paz: el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, quien tras varias preguntas de los periodistas se reafirmó en que «la peor solución es ir a terceras elecciones». Lo que no ha querido aclarar es si, en consecuencia, el PSOE se abstendría para hacer presidente a Mariano Rajoy. Así las cosas, el presidente asturiano, para quien «abstenerse no es lo mismo que apoyar», emplaza a todos a un próximo Comité Federal. Allí cada cual se expresará y –es de prever que a mano alzada– todos se retratarán y tomarán una decisión. Le pondrán –es lo que cabe esperar– el cascabel al gato de la gobernabilidad de este país, para luego restañarse las heridas –en la oposición– y volver a ser alternativa de gobierno para España.