El PSOE se deja querer con los presupuestos

Ayer fue un día para el «combate» en el PSOE. El presidente de la Comisión Gestora, Javier Fernández, se reunió en Ferraz con el secretario general de UGT, José Álvarez, y el de CC OO, Ignacio Fernández Toxo. Los sindicalistas buscaban su apoyo ante las movilizaciones del 15 y del 18 de diciembre contra Rajoy. De la sede socialista salieron aquéllos con «todo el apoyo político» de Fernández y la peregrina, muy peregrina, promesa de acompañarles en la calle. En eso, el PSOE no está por la labor. Sabe que su lugar no está en la algarada y en la bronca. Ellos están por la gobernabilidad y el diálogo constructivo. De ahí que huyan de las barricadas. Eso se lo dejan a otros. Que, por cierto, durarán en la protesta lo indispensable para que la necesidad de negociar siente a todos a la mesa. Ferraz, mientras, sopesa retomar la senda de la gestión del Estado. El país, como cuando apoyaron la investidura de Rajoy, tiene ante sí las exigencias de Bruselas, marcadas a fuego en los Presupuestos Generales, y la cifra del techo de gasto como Rubicón. Ayer, Fernández, ante la pregunta de si los diputados socialistas los rechazarían con su voto, no ha contestado. El PSOE, con experiencia de gobierno, sabe lo que se juegan los españoles. Su compromiso está con la gobernabilidad. Como siempre. Con sentido de Estado.