El Rey marca el camino para que España avance

El Rey se dirigió ayer a la Asamblea General de Naciones Unidas en un tiempo especialmente complejo para nuestro país. Camino de los diez meses con un gobierno en funciones, y una situación de práctica parálisis política sin posibilidad de afrontar los notables desafíos y deberes que España tiene por delante, Don Felipe no eludió esta situación en su intervención. Habló de una «coyuntura compleja» y apeló de nuevo a que «las diferencias se resuelven con voluntad de acuerdo dentro del respeto a las reglas que se han dado». Reivindicó, y recordó de paso para los que se afanan justo en lo contrario, «los valores del diálogo, del compromiso, del sentido del deber y de la solidaridad». Y apuntó que son esos principios «los que convierten a las naciones en referencias de libertad en todo el mundo e impulsan el progreso y el bienestar de sus ciudadanos». Una vez más, no podemos estar más de acuerdo con el Rey, que habló ayer ante los representantes del planeta con sensatez y razón, y desde la convicción, que compartimos, de que «los españoles siempre hemos superado los tiempos difíciles». Esperemos que los responsables del deplorable bloqueo institucional que sufre el país atiendan y asuman de una vez por todas las reflexiones de Don Felipe, y que actúen con la altura de miras necesaria para dirimir las diferencias con diálogo y siempre con el interés general como prioridad. España necesita avanzar y precisa de un Gobierno que lo haga posible y de una oposición que ejerza sus funciones con plenitud.