Fin de la ambigüedad de Colau: sí al referéndum

El «proceso» independentista ha entrado en un momento crucial: sectores del catalanismo moderado han alertado de las graves consecuencias que puede tener situar a las instituciones catalanas fuera de la legalidad. Un manifiesto con un centenar de personalidades del ámbito de la política, la empresa, la universidad y del mundo jurídico han suscrito un manifiesto, «Per Catalunya i la democràcia», pidiendo al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que suspenda el referéndum previsto para el próximo 1 de octubre. Argumentan que «no se fundamenta ni en el Estatuto, ni en la Constitución, ni en el derecho internacional» y que «al contrario, atenta contra la propia esencia del Estado de derecho». Los firmantes, entre los que se encuentra el ex dirigente de CiU Duran i Lleida, creen, además, que esta consulta va en contra de la legitimidad de una «nación civilizada y de una democracia madura». Este mensaje es rechazado de plano por el Ayuntamiento de Barcelona que, por primera vez, se ha mostrado a favor de la celebración del referéndum, aún siendo ilegal. A una proposición del PP que solicitaba al Consistorio que ni apoye ni ponga medios para su celebración, el grupo de Ada Colau votó en contra, no así sus socios del PSC. En estos momentos, hace falta claridad en el compromiso con la legalidad y no valen las ambigüedades calculadas de Colau e Iglesias.