Insidias contra el PP

Lejos de la búsqueda de la verdad y la lucha contra la corrupción política estamos asistiendo desde la izquierda a la incoación de una causa general contra el Partido Popular, cuyo fin último no es otro que la deslegitimación de un Gobierno respaldado abrumadoramente por las urnas. Los inquisidores no tienen el menor empacho en mezclar hechos, suposiciones y simples calumnias, ocurridos a lo largo de las últimas dos décadas, en una mixtura falaz, tanto más grave por cuanto manipula groseramente el trabajo de los jueces y magistrados, escandalizando con términos equívocos como «sobresueldos» donde no hay más que complementos salariales, declarados a Hacienda, como los que reconoció que cobraba el ex ministro socialista José Blanco, en el lejano 2007. En esta cacería vergonzante, en la que se ponen en juego sin tasa el honor y el prestigio de personas con una trayectoria pública y personal intachable, participa activamente el PSOE como si la muleta pudiera cubrir sus carencias actuales y hacer olvidar a la población su enorme responsabilidad en la actual crisis económica y social que atraviesa España. Espectáculos como el de la diputada regional madrileña Maru Menéndez, expulsada de la Asamblea de Madrid por injuriar gravemente al presidente Ignacio González, se repiten hasta la extenuación en el panorama mediático. A ello contribuye, ciertamente, la lentitud de una Justicia que mide casi en décadas la instrucción de los sumarios y que parece incapaz de resolver simples casos de tráfico de influencias, de los que este país tiene, desafortunadamente, sobrada experiencia. No está en nuestra intención, faltaría más, cubrir corrupción alguna. La Justicia debe ser implacable y ha de medir por el mismo rasero a todos los implicados, sean de la condición que sean. De hecho, el Partido Popular hace tiempo que depuró a los cargos públicos sobre los que recaían claros indicios de corrupción, sin que quepa exigirle la renuncia a la presunción de inocencia, garantizada en nuestra Constitución. Por supuesto, una de las víctimas más notables de esta caza de brujas es el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, que anoche, en Antena 3, dejó al descubierto hasta dónde llega la infamia de las insidias, medias verdades y tergiversaciones de las que han sido objeto él y su familia. José María Aznar fue el líder del Partido Popular que acabó con la hegemonía política de la izquierda, que consiguió sacar a España de la postración económica en la que la habían sumido los últimos gobiernos de Felipe González, que nos llevó al euro, que puso las bases para acabar con el terrorismo etarra y que volvió a situar a España en el concierto de las potencias internacionales. Es lo que cuenta. Las insidias y calumnias que padece no son más que zarpazos de mal perdedor.