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La pinza que hace sangrar al PSOE

La Razón
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Los estudios demoscópicos confluyen en un sombrío panorama para el PSOE, con un trasvase de votos en la izquierda en el que resulta el gran damnificado. El paso de electores socialistas a C’s se ha duplicado desde las elecciones catalanas, de 448.000 en octubre a 847.000 en diciembre. Las candidaturas de Pedro Sánchez tienen problemas que hasta ahora se han manifestado irresolubles, pues la sangría de electores no se ha frenado. Los beneficiados de ese desvanecimiento son Podemos y Ciudadanos. Si hasta ese momento Pablo Iglesias captaba mayoritariamente el voto sobre todo del ala izquierda del PSOE, desde entonces, Albert Rivera y los suyos son los principales depositarios de los desencantados socialistas, especialmente el seguidor moderado. Hay, claro, una censura al liderazgo de Pedro Sánchez, que no ha logrado consolidar al PSOE en un proyecto serio y convincente, y que se ha deslizado hacia una propuesta desdibujada y oportunista alejada de lo que fueron las señas de identidad de un gran partido de gobierno, y que ha suscitado demasiadas insatisfacciones en su electorado. Los socialistas sólo podrán recuperar parte del terreno perdido si se reencuentran a sí mismos y del discurso responsable y centrado que siempre les reportó los mejores resultados. De lo contrario, quién sabe cuál puede ser su suelo.