El desafío independentista

Una república catalana dependiente del Estado

La Razón
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El desafío separatista ha llegado a su punto álgido, en la víspera del referéndum ilegal de autodeterminación, con la publicación del déficit de las comunidades autónomas. El Banco de España presentó ayer los números correspondientes al segundo trimestre de este año y como dato más reseñable, dada la grave crisis institucional en la que nos encontramos, el déficit de Cataluña se ha incrementado en un 3,5%, alcanzando los 52.499 millones de euros. La dependencia del Estado por parte de la Generalitat es absoluta y la perspectiva es que no va a descender, como demuestra la necesidad de estar enchufados permanentemente al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). En esa supeditación de los mecanismos de financiación estatales, Cataluña es también la comunidad más endeudada si se suma lo aportado por el Estado y otras inyecciones de dinero del sector privado. En total, asciende a 76.727 millones, de los que 8.000 son deudas con la banca y 5.000 millones con otros inversores. En estas condiciones, que la Generalitat, bajo el control de un núcleo duro de dirigentes independentistas, lleve hasta el límite su choque con el Estado, es de una irresponsabilidad gravísima. Hace años que los nacionalistas han abandonado la tarea de gobierno para centrarse exclusivamente en propagar una rebelión contra la legalidad democrática y que, tal y como vemos ahora con los números en la mano, mienten al esconder que esa futura república catalana no podría financiarse.