Austria confirma el riesgo ultra

Las elecciones celebradas ayer en Austria confirman la tendencia que marca desde hace un tiempo los designios de la política en Europa: el auge de la ultraderecha y el proyecto agotado de los socialdemócratas. La victoria del candidato conservador del Partido Popular (ÖVP) y ex ministro de Exteriores, Sebastian Kurz, ha sido por la mínima respecto a los extremistas del Partido de la Libertad (FP). Esto significa que, por segunda vez en 70 años, no habrá en Austria un Gobierno de coalición que domine el centro izquierda. La mala noticia es que los populistas van a tener mucha voz y mucho voto en el futuro Ejecutivo. Los partidos tradicionales no han sabido dar respuesta a las grandes incertidumbres que atenazan a los ciudadanos, sobre todo en materia de inmigración, y los radicales xenófobos han podido sacar provecho.