JMJ de Río

Una Iglesia y un Papa abiertos al mundo

El Papa ha vuelto a sorprender gratamente a propios y extraños, esta vez con unas declaraciones sobre la Curia. «La Corte es la lepra del Papado», ha manifestado en referencia a ciertos burócratas vaticanos. Sería injusto generalizar, es cierto, pero no por ello deja Francisco de denunciar lo que llama «vaticano-centrismo», una visión que ignora el mundo que nos rodea. Y ese mundo padece dos graves males: la falta de trabajo de los jóvenes y la soledad de los ancianos. El Papa quiere una Iglesia-hospital, no una de oficinistas.