Un viernes más, el Consejo de Ministros ha agudizado la degradación institucional del órgano ejecutivo en un proceso de transición que debería estar marcado por un mera gestión del día a día de la agenda gubernamental y nunca de una obscena instrumentalización al servicio de sus siglas en pleno proceso electoral. Ayer, se aprobaron nuevos compromisos de gasto con que regar a sectores sensibles en un mercadeo grosero. Viernes de Dolores y negro. Debería aguardar al PSOE una penitencia ejemplar.
Viernes de Dolores; más degradación
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