El Trípode del domingo

«España, tierra de María Inmaculada»

Así zanjará una disputa teológica protagonizada por los franciscanos, como defensores de la «pía opinión» y los dominicos como los opuestos a la misma, desde el siglo XIII

La Inmaculada Concepción es una destacada fiesta en el calendario litúrgico de la Iglesia Católica y que en España también lo ocupa en su calendario civil. Es debido a la estrecha relación con esta advocación mariana desde muchos siglos ante de que fuera definida como Dogma –«una verdad divinamente revelada»– la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Solemnemente proclamado por el beato Papa Pío IX, el 8 de diciembre de 1854. Así zanjará una disputa teológica protagonizada por los franciscanos, como defensores de la «pía opinión» y los dominicos como los opuestos a la misma, desde el siglo XIII. Y tal parece que el Cielo quiso refrendarlo de manera extraordinaria, apenas tres años después en Lourdes. Lo hizo en la 16ª aparición de las que comenzaron el 11 de febrero de 1858, concretamente el día de la fiesta de la Encarnación el 25 de marzo. La vidente Santa Bernadette Soubirous le preguntaba quién era desde el 11 de febrero y ese día le dirá que era «La Inmaculada Concepción». Esa denominación Suya ha abierto también mucho debate teológico acerca de su profundo significado que no es el que sería aparentemente más normal: «Soy la concebida sin pecado original». El gran mártir de la caridad San Maximiliano Kolbe, gran devoto inmaculista, escribió profundas reflexiones al respecto. Hoy como cada año en esta fecha, el Papa acudirá a la Plaza de España de Roma a rezar ante el monumento a Ella dedicada que se erigió por voluntad expresa de Pío IX tras definirlo. Y que precisamente quiso se colocara allí en reconocimiento a la «nación que con más ahínco trabajó para que amaneciera el día en que fuera definido el Dogma». Numerosos hechos a lo largo de la Historia forjaron la identidad histórica y nacional de España unida a Ella, que ya desde el siglo XV imponía el juramento inmaculista en las Universidades, gremios, Órdenes militares y cargos públicos. En 1585 el extraordinario milagro de Empel selló una permanente alianza como Patrona de los Tercios que combatían en Flandes contra la herejía protestante, y que se prolonga hoy con la Infantería española, al que seguirá el Rey Felipe III solicitando al Papa la definición dogmática, más de dos siglos antes de su promulgación.

Finalmente, el 25 de diciembre de 1760 el Rey Carlos III obtuvo del Papa Clemente XIII la proclamación de la Inmaculada Concepción como Patrona principal de «España y las Indias». El gran papa mariano san Juan Pablo II, se despedirá de España desde Madrid tras su última visita apostólica, el 4 de mayo de 2003 afirmando: «España, tierra de María».