Al portador

Feijóo y su aventura socialdemócrata

«El líder del PP coquetea con un giro social y, al mismo tiempo, también cada vez confía más en la asesoría de Luis Garicano»

Friedrich Hayek (1899-1992), uno de los grandes liberales del siglo XX, que las tuvo tiesas hasta con el mismo Keynes (1883-1946), vuelve a ser el referente inevitable por su famosa dedicatoria «a los socialistas de todos los partidos» de una sus obras principales, «Camino de servidumbre». Avanzado el siglo XXI, con los conflictos de Oriente Medio y Ucrania recrudecidos, habría que hablar de «los socialdemócratas de todos los partidos» que se imponen a los liberales también en los partidos considerados de tendencia liberal, al menos en teoría. Alberto Núñez Feijóo, el líder del PP, que ya había mostrado algunas maneras, parece decidido a instalarse, con algunos matices, en la orilla socialdemócrata en su ya larga marcha hacia La Moncloa. Comprueba, día tras día, que liderar la oposición es el puesto «más duro, difícil e injusto de la política», como escribe Toni Simón, siempre brillante, redactor histórico de discursos para Mariano Rajoy en sus tiempos de Gobierno, que también recuerda que ahora en Génova –como se conoce a la sede del PP en Madrid– «no hay poder ni dinero».

Feijóo, sin complejo y porque quizá es el terreno en el que se mueve con más comodidad, acaba de proponer un plan de conciliación familiar y laboral, con jornada flexible, al mismo tiempo que no descarta la «jornada de cuatro días». Y tampoco le gusta que vuelva a subir el IVA de los alimentos, aunque es inevitable y lo que ocurre es que se sitúa donde estaba antes de la espiral inflacionista. Son propuestas con una clara orientación socialdemócrata que pretenden arañar votos por el centro el PSOE y que, por otra parte, tampoco molestan a su clientela tradicional, aunque sí a los liberales del PP, que no son muchos y menos los votantes que acuden a las urnas en clave liberal. Feijóo, esta vez sí, parece haber hecho mella en sus adversarios porque enseguida la ministra portavoz, Pilar Alegría, se ha apresurado a reprocharle que no tiene credibilidad. El líder el PP, al mismo tiempo, parece confiar en el economista Luis Garicano, ex-eurodiputado de Ciudadanos, que transitaria en una tercera vía entre un liberalismo moderado y la socialdemocracia. Es la aventura de Feijóo que encajaría también en la dedicatoria de Hayek.