La situación

O mandas o te mandan

«O tomas las decisiones o te las toman. Y al líder del PP o se las están tomando o da esa sensación, aunque no sea así»

Decían que Francisco Álvarez Cascos no era el secretario general del Partido Popular, sino el general secretario por sus modos autoritarios de mando. Y a Teodoro García Egea, que ejerció ese mismo cargo con Pablo Casado, se le acusaba de actitudes dictatoriales frente a los responsables autonómicos del partido. Ahora, esa función de ser el malo de la película se la reparten entre la secretaria general Cuca Gamarra y el coordinador general Elías Bendodo. A la hora de mandar, dos personas son multitud, y es evidente que la casa está sin barrer.

Imponerse por la fuerza, aplicando siempre la potestas, suele tener efectos nocivos para las relaciones humanas y políticas. Pero si no aplicas ni la potestas ni la auctoritas –imponerse mediante la autoridad que te reconocen tus subordinados–, entonces sencillamente no mandas. Y si quien está obligado a mandar no manda se tiende al caos, porque todo espacio de decisión que no lo ocupa quien debe hacerlo será ocupado por otros: en este caso, por los lidercillos territoriales, deseosos de imponer su criterio sin que nadie les ponga pegas desde Génova 13.

Así, el líder valenciano del PP tomó la decisión que consideró que era buena para él, fuera buena o no para el Partido Popular en el ámbito nacional. Y la lideresa del PP extremeño hizo un sayo con su capa para adoptar la medida contraria a la de su compañero valenciano, aunque ambos coincidieron en hacerlo por su propio criterio. Veremos si eso cambia ahora.

Dijo Eugenio D’Ors que «en Madrid, a las ocho de la tarde, das una conferencia o te la dan». Reconvirtiendo la idea, si vienes a Madrid desde Galicia para mandar, o tomas las decisiones o te las toman. Y al líder del PP o se las están tomando o da esa sensación, aunque no sea así. Y, si no es así, entonces se impone una inmediata explicación razonable, lógica y creíble de por qué pacta con Vox en unos sitios y no en otros, y cuál de esos dos criterios aplicará el propio Núñez Feijóo si para gobernar España necesitara a los diputados de Vox.