A pesar del...
Pérez Vejo y el cuento nacionalista
«En España tenéis un ministro de Cultura que está hablando de descolonizar los museos españoles, y yo no sé de qué chingadas está hablando Urtasun».
Las naciones no crean a los nacionalistas. Es al revés. El destacado historiador hispano-mexicano, Tomás Pérez Vejo, de cuyo trabajo nos hemos hecho eco anteriormente en LA RAZÓN (véase: https://bit.ly/49ifEPK), escudriña este proceso político de invención nacional en: Mexico. La nación doliente, que acaba de publicar Prensas de la Universidad de Zaragoza.
La política, en efecto, es la protagonista de esta fábula basada en la negación del papel de España en lo que se llamó durante tres siglos nada menos que Nueva España. Se pretende extirpar esos 300 años, alegando que no son México, una nación que supuestamente existía desde mucho antes, fue eliminada con el virreinato, y renació con la independencia. El cuento necesita violentar la verdad, desde la conversión de todos los indios en aztecas hasta el disfraz de unas guerras de «mexicanos» contra «españoles» que en realidad fueron conflictos civiles.
Pero nación viene de nacer, y era menester hacer nacer un México que ignorase el periodo virreinal, lo que, según demuestra Pérez Vejo, ilustrándolo con obras de arte, distorsiona la realidad histórica «y es una de las principales contradicciones de la nación. México es el país de toda América que tiene más ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Todas ellas son ciudades virreinales».
Gracias a Dios, el conflicto solo es agitado por políticos e intelectuales en México y España, no en la sociedad civil donde «está pasando lo contrario. Hay unos intercambios económicos, culturales y sociales muy fluidos». Incluso advierte el autor: «Cualquier mexicano de clase media sabe mucho más de España que un español de México».
Dos excelentes reseñas han sido publicadas en España sobre este libro, cuyas advertencias se aplican igualmente a los cuentos de los separatistas catalanes o vascos. Carlos Granés analizó en The Objective la quimera nacionalista del «pasado prehispánico como el pasado de la nación mexicana» y cómo «los artistas abandonaron los motivos cristianos para servir a esa nueva religión laica que fue el nacionalismo». En Letras Libres, Antonio Jiménez-Blanco repasa la veintena de cuadros que incluye el libro y que representan esa manipulación.
El propio Tomás Pérez Vejo resumió con sarcasmo en ABC la ficción pretendidamente progresista de la izquierda antiespañola: «En España tenéis un ministro de Cultura que está hablando de descolonizar los museos españoles, y yo no sé de qué chingadas está hablando Urtasun».
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