Sin Perdón

¿Quién teme a Ayuso?

«El líder del PSOE es el único que teme a Ayuso porque le derrota en lo que quisiera fuera su feudo»

Es evidente que nadie del PP. Es cierto que la izquierda política y mediática intenta encontrar fisuras entre Ayuso y Feijóo, pero no tiene éxito. No por ello desiste. Hemos llegado a un punto que algunos parecen filósofos a la búsqueda de algún matiz que justifique algunas portadas, artículos o noticias salidos de la factoría del millonario José Miguel Contreras. Ni Manuel Alvar, el filólogo más importante del siglo XX, hubiera conseguido alcanzar el éxito en esta absurda búsqueda de disensiones. La parte positiva es que Feijóo no es influenciable y sabe muy bien el carácter implacable de las huestes sanchistas. Es en este terreno donde están todos los que temen, encabezados por Sánchez, a Ayuso. No les falta razón porque les ha perpetrado numerosas derrotas. No tiene complejos y no pide perdón, porque no está en política para medrar o conseguir un sueldo como les sucede a muchos socialistas. Es tanto una cuestión de principios como de dar la batalla ideológica a una izquierda populista que está aliada con los enemigos de España.

El adversario a batir es Sánchez al que, por cierto, Ayuso pone histérico. No hay más que ver su reacción con las críticas de la presidenta madrileña. Por tanto, el líder del PSOE es el único que teme a Ayuso porque le derrota en lo que quisiera fuera su feudo. Los madrileños no le quieren. Lo mismo sucede en numerosas comunidades. Es cierto que le quieren los enemigos de España. Debería preguntarse por qué. No es amor, sino un interés que surge de su debilidad parlamentaria. Es difícil que pueda explicar la amnistía y la cesión de la soberanía fiscal a Cataluña. Los españoles no somos idiotas y sabemos perfectamente que el chupinazo catalán es un ataque contra la solidaridad y la igualdad. A largo plazo es un desastre, porque irán obteniendo más y más ventajas con su sistema de concierto como sucede con el País Vasco y Navarra. Es una gran victoria de los independentistas que tendrá un coste enorme para el resto de comunidades. A lo mejor tendríamos que volver al sistema de aduanas interiores del Antiguo Régimen para compensar la voracidad extractiva de la burguesía independentista catalana que ve España como una vaca a la que ordeñar. Esto compensaría, dicho irónicamente, el déficit comercial.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)