Sin Perdón

El riesgo de una crisis mundial

«La Historia de la Economía nos confirma que las guerras comerciales tienen unas consecuencias pésimas»

Los países afectados por la política de los aranceles recíprocos de Trump están estudiando una respuesta proporcional y no romper el diálogo para impedir una grave crisis económica que podría tener unas consecuencias demoledoras. The Economist titulaba su portada con la frase el «Día de la ruina» en lugar del «Día de la Liberación». Nadie es capaz de determinar qué sucederá, porque es fácil opinar y todavía más hacerlo desde la visceralidad. La fórmula utilizada es ciertamente pintoresca y ha sido cuestionada por los expertos. Es cierto que existe un fuerte desequilibrio comercial, pero lo lógico era sentarse bilateralmente con cada país para analizar la situación de forma rigurosa. El déficit en 2024 superó los 910.000 millones. Hay que tener en cuenta, también, las cifras espectaculares del gasto militar que supera los 900.000 millones. El déficit presupuestario fue de 1,83 billones que representa un 6,4% del PIB y la deuda se encuentra en los 36 billones de los que unos 26 están en manos estadounidenses. Por tanto, los datos son preocupantes, pero la reacción ha sido tan precipitada como disparatada.

Su economía tiene fortalezas y debilidades. Entre las primeras está ser la primera economía del mundo, su capacidad de innovación tecnológica, su sistema financiero, su mano de obra y su influencia. Es un país muy atractivo para la inversión, pero tiene el problema de su deuda pública y su déficit, la desigualdad económica, su dependencia del consumo y unas infraestructuras envejecidas. Hay otras cuestiones que se deberían reformar, pero Trump ha optado por el camino fácil y rápido. La Historia de la Economía nos confirma que las guerras comerciales tienen unas consecuencias pésimas. Es bueno recordar que la economía no es una ciencia, ya que le afectan numerosos e imprevisibles factores. Trump tiene a su lado economistas muy bien formados, pero han optado por un camino peligroso. Por cierto, encuentro a faltar buenos economistas, con la excepción de Carlos Cuerpo, en el gobierno de Sánchez. Ni siquiera tienen experiencia en la economía real. Nada que ver con Estados Unidos. Sánchez presentó ayer un plan para ayudar a las empresas y los afectados con las medidas de Trump. Es una respuesta positiva, pero me temo que insuficiente y con carencias que habrá que resolver.

Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)