El trípode
No es No, sr. Sánchez… ¿No le suena?
Resultó también curioso oír a Sánchez –desde China– acusar a la oposición de estar instalada en el «No»: recuerdan aquello de: «No es No, ¿qué parte del No, no entiende Sr Rajoy?»
Fue ayer un día de alto voltaje político, tanto en el plano internacional como en el nacional. El primero lo protagonizó EE UU con el 23 aniversario de aquel terrible atentado del 11S en Nueva York, recordándolo en el Memorial de la «zona cero», con especial recuerdo para los miles de víctimas que produjo, a las que habría que añadir todas las que como consecuencia suya se produjeron después en diversas guerras en Afganistán, Irak, Siria, etc. Dado el momento electoral que se vive en EEU, asistió el todavía presidente Joe Biden, acompañado de su (hasta ahora) invisible vicepresidenta Kamala Harris, y por supuesto también lo hizo Donald Trump.
Precisamente ambos candidatos lo hicieron tras mantener su primer debate electoral apenas dos meses antes de la jornada electoral del próximo 9 de noviembre. En ese debate entre otras cosas, se vio que los «moderadores» solo «moderaban» a Trump en una actitud que, cuando menos, no parecía muy imparcial. Vimos también que la gran mayoría de medios e informadores dieron por vencedora a Harris, al igual que parece lo desean y esperan en noviembre. En el ámbito nacional, el protagonismo lo compartió la Diada –la menos concurrida y más dividida del mundo separatista de los últimos años– con el Congreso, en el que tuvo impacto directo la ausencia del Pleno de los 7 diputados de Junts para asistir a ella, poniendo en evidencia, una vez más, quién manda de facto en el Ejecutivo con la situación de absoluta debilidad del sanchismo. Resultó también curioso oír a Sánchez –desde China– acusar a la oposición de estar instalada en el «No»: recuerdan aquello de: «No es No, ¿qué parte del No, no entiende Sr Rajoy?» Con los votos del PNV junto a la oposición, y además con el Gobierno sin los de Junts, fue otra sesión parlamentaria aciaga para él, que vio como su protegido Maduro era derrotado, reconociendo a Edmundo González como el presidente electo de Venezuela. Lo que al dictador le ha sentado muy mal, insultando desde Caracas a «los millones de franquistas que votan a la derecha del PP y a la ultraderecha de Vox», aunque le faltó felicitar a los «progresistas» sanchistas que le apoyaron a él. Cada día se comprenden mejor las declaraciones de Sánchez expresando su voluntad de seguir en la Moncloa aunque no tenga el apoyo del Congreso. Sin presupuestos y sin capacidad de legislar, NO existe posibilidad de gobernar. Otra cosa es «estar» en el gobierno, como dice Page. O en el Falcon, o en China, que es lo que está haciendo.
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