Estados Unidos

Cómo usar las redes

En las redes sociales, como en casi todo lo referente a las nuevas tecnologías, los periodistas hemos aprendido su uso sobre la marcha, a base de errores y equivocaciones, avanzando a ciegas y, en muchas ocasiones, desandando lo andado. Y uno de los aspectos más conflictivos es saber diferenciar dónde acaba lo personal y empieza lo profesional, hasta dónde nuestras opiniones nos representan sólo a nosotros y hasta dónde al medio para el que trabajamos. Tanto es así que son muchos los medios de comunicación que han elaborado sus propios libros de estilo para que sus periodistas tengan clara cuál es esa frontera y sepan cómo manejarse en Twitter o Facebook.

Es el caso de la agencia Associated Press (AP), que no sólo recomienda a sus trabajadores que tengan cuentas en las redes sociales y que sean «participantes activos», sino que sugiere que en el perfil se identifiquen como miembros de la agencia. Sin embargo, «está prohibido expresar filiación política u opiniones sobre temas contenciosos en cualquier foro público» y se les recuerda que no pueden «participar en manifestaciones de apoyo hacia partidos políticos, causas o movimientos». Por supuesto, recomiendan no difundir rumores, tener cuidado con contar entre los amigos y seguidores con políticos o partidos, colocar enlaces a contenidos sólo después de que hayan sido publicados en línea y no revelar información que pueda poner en peligro a otros reporteros o periodistas. Llama la atención, por ejemplo, uno de los puntos, que dice que «los jefes no deben solicitar ser amigo de un empleado, pero los empleados sí pueden solicitarlo a los jefes».

Por su parte, la American Society of News Editors (ASNE), que agrupa a los editores de noticias de Estados Unidos, ha elaborado su propia guía, en la que recomienda «identificarse siempre como periodista» y hace hincapié en la sensatez.

También tiene su propia guía la BBC, que pide, por ejemplo, mostrar imparcialidad y no criticar a otros compañeros, pero sí permite «hacer comentarios sobre la BBC y el trabajo propio siempre y cuando el nombre o el título de la cuenta no mencione a la BBC y se deje claro que se trata de un punto de vista personal». Además, recomienda no mostrar preferencias políticas, no decir nada «que comprometa tu imparcialidad», no «dejarse seducir por la informalidad de las redes sociales», no criticar a los colegas o no revelar fuentes de información confidenciales de la BBC. Paralelamente, hace distinción entre los periodistas de la cadena y aquellas personas o programas cuya cuenta representa a la BBC o los corresponsales o enviados especiales con cuentas corporativas. Para estos casos, las condiciones son mucho más rigurosas y se recomienda ser extremadamente cuidadoso con lo publicado.

En España, quizás la guía más completa sea la de la Agencia Efe, que, por ejemplo, recuerda a sus periodistas que la apertura de cuentas profesionales será voluntaria y de carácter profesional, es decir, «oficiales», y por tanto el propietario de las mismas será la agencia. «En el caso de Twitter, todas las cuentas profesionales utilizarán el registro "@EFEnombreapellido"o similar, y sus titulares se identificarán en el perfil en función del área en la que trabajan».

También en este caso se pide «ser muy cuidadosos en la difusión de las informaciones obtenidas a través de redes sociales, especialmente en el seguimiento de cuentas no verificables o enlaces dudosos».