Papel
Los «negros» publicitarios
Al igual que en la literatura y el periodismo, en publicidad siempre han existido los «negros», esos profesionales que trabajan en la sombra sin desvelar jamás que son los auténticos autores de muchas campañas firmadas por grandes agencias y sus directores creativos de renombre. Lo cierto es que en el sector, como gusta mucho tomar palabras del inglés, suelen conocerse como «free lance», que son contratados para un concurso, presentación, campaña o un simple anuncio, trabajo del que nunca podrán presumir de autoría, y ni siquiera de haber formado parte del equipo que lo realizó.
Con la crisis, los «free lance» se han multiplicado en numerosas agencias, que han despedido innumerables profesionales y, como mucho, los han sustituido por becarios sin la experiencia y, posiblemente, el talento necesario para sacar adelante el trabajo. El mercado está lleno de excelentes creativos, directores de arte, redactores publicitarios, «producers», directores de cuentas, planificadores estratégicos y todo tipo de profesionales con gran experiencia y sin trabajo, que aceptan participar en cualquier proyecto. Y eso que, en más de un proyecto, ni siquiera se paga por el trabajo. El pasado año, un profesional del equipo que participó gratis en la grabación de la maqueta que ganó el concurso de la exitosa campaña de Lotería de Navidad, se quejó públicamente de que luego ni la agencia ni la productora contaron con él para grabar el anuncio de verdad, cuando esperaba cobrar algo por su esfuerzo. Lógicamente, le sentó fatal.
Lo curioso es que un reconocido publicitario, Antonio Pacheco, después de haber sido director creativo ejecutivo en agencias de primera línea como Proximity, El Laboratorio, MRM y McCann, haya dado el paso de crear Negro. «La esencia es escribir para otros, lo que han hecho los negros literarios de toda la vida. Se firma un contrato de confidencialidad por el que la agencia nunca revela sus clientes ni el tipo de trabajos que realiza para ellos. Negro nunca aparece como autor».
Pacheco señala que «después de tantos años escribiendo en marketing, tengo mi cuota de ego más que cubierta. Estoy encantado de escribir y generar contenidos para otros». Esperemos que, con los tiempos que corren, tenga cuidado con los trabajos que haga y con cómo cobrarlos, pues algún político y su negro han terminado en la cárcel.
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