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Periodismo especializado

Siempre se ha dicho que los periodistas somos esas personas que sabemos un poquito de todo pero mucho de nada. Y, aunque como generalización, la definición no va muy desencaminada, no es menos cierto que la mayoría de nosotros, al cabo del tiempo, tendemos a especializarnos en una u otra temática, con lo que, en algunos casos, llegamos a ser ciertamente competentes en determinadas materias.

Sin embargo, la crisis y las plantillas cada vez más menguadas han obligado a muchos profesionales a volver al «todoterrenismo» o, dicho de otro modo, valer lo mismo para un roto que para un descosido.

Esta vuelta atrás «genera desinformación», asegura la presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Elsa González, que ve en la especialización periodística una alternativa a la crisis de la profesión. «El experto tiene las claves para destapar aquello que alguien desea mantener oculto», asegura.

Y es que, no debemos olvidar que la sociedad demanda cada vez una información más precisa y rigurosa de una cada vez mayor número de temas. Muchas veces el nivel de formación de las audiencias es tan alto que el periodista requiere un conocimiento amplio de la materia para poder estar a la altura.

Secciones como ciencia, tecnología, medio ambiente, salud, videojuegos o motor cobran cada vez más importancia en los medios de comunicación y se requieren periodistas muy especializados en cada una de estas materias, so pena de no ser capaces de aportar una información de calidad o precisa.

¿Acaso puede un mismo periodista conocer las características técnicas del último smartphone, ser capaz de explicar el más reciente avance en genética y escribir un artículo contando de forma entendible en qué consiste el bosón de Higgs? Pues es una tarea difícil, máxime si queremos unos medios de comunicación que aporten cada vez más análisis e interpretación.

Pero la especialización no es únicamente un plus para los medios, sino también para el propio periodista, ya que se trata, cada vez más, de una oportunidad laboral. De hecho, cada vez son más los profesionales de la comunicación que han creado sus propias revistas digitales sobre determinadas materias, especialmente la ciencia, la tecnología o el deporte.

Es más, incluso de estas temáticas tan amplías hay quien lleva la especialización mucho más allá para centrarse únicamente en un determinado deporte, en aplicaciones para móviles, en gadgets o en astronomía. Y siempre –salvo excepciones– en soporte digital.

Contaba recientemente Owen Bennett Jones, reconocido presentador de noticias de la BBC, que esta tendencia es imparable y que son muchos los casos de periodistas que conoce que han dado este paso: Neil Irwin, que creo en «The New York Times» un departamento sobre periodismo de datos; David Pogue, que dejó precisamente NYT para fundar una sección de tecnología en Yahoo! o Ezra Klein, excolumnista de «The Washington Post», que decidió aventurarse a lanzar una web de economía.

En España también tenemos la experiencia de la aparición de nuevos medios especializados creados por periodistas salidos de algunos de los que la crisis se ha llevado por delante, como es el caso de «SportYou» (deportes), «Materia» (ciencia), «InfoLibre» o «La Marea» (información política), «Revista Mongolia» (humor satírico)...

Aún así, y volviendo de nuevo al principio, nadie será nunca un gran periodista si no sabe, al menos, un poquito de todo.