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La Razón
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- Madrid

La próxima contienda electoral en Venezuela promete estar muy reñida. El 6 de diciembre se celebran elecciones legislativas y, según casi todos los sondeos, la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) saca veinte puntos de diferencia con respecto al oficialismo. Actualmente, la Asamblea Nacional de Venezuela está dominada por el Partido Socialista Unido de Venezuela, que teme perder la mayoría absoluta. Tanto el ex presidente Felipe González como el coordinador de política internacional de la Mesa de la Unidad Democrática, Timoteo Zambrano, presente ayer en la rueda de prensa que ofrecieron junto a la activista venezolana Lilian Tintori en Madrid, coincidieron en señalar que el conflicto fronterizo entre Colombia y Venezuela tiene mucho que ver con los comicios de diciembre. Para González, no se trata de un asunto fronterizo sino de una «provocación» del Gobierno de Venezuela contra Colombia que le ha servido para declarar el estado de excepción en tres estados limítrofes –Táchira, Zulia y Apure– con el «objetivo de limitar el voto» precisamente en una zona del país donde en las últimas elecciones presidenciales se votó a favor de la oposición.

El diputado Zambrano estimó que estos tres estados suman entre 23 y 24 diputados y que si el Gobierno decide ampliar el estado de emergencia a los regiones de Amazonas y Bolívar estarán en juego 38 diputados de los 165 que conforman la Asamblea actualmente, lo que supone un 23% de los escaños, según sus cálculos. Actualmente, unos veinte municipios fronterizos se encuentran militarizados y se han restringido las libertades de tránsito, asociación y manifestación, entre otras. La oposición venezolana teme que la presencia militar pueda inhibir la participación de la MUD durante la campaña y acabe afectando al apoyo que recibiría en las urnas el 6 de diciembre. «Buscan que no tengamos mayoría», afirmó Zambrano. Felipe González criticó duramente al presidente venezolano, Nicolás Maduro, por llevar a cabo «una persecución étnica» tras haber sido deportados casi 1.500 colombianos de Venezuela al mismo tiempo que otros 20.000 han regresado voluntariamente a Colombia empujados por la crisis diplomática entre ambos países.

González volvió a pedir ayer la participación de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la UE como observadores internacionales en las elecciones parlamentarias. Hasta ahora, el Gobierno de Maduro sólo ha aceptado la presencia de Unasur, un organismo en el que Venezuela goza de influencia. «Voy a decir una cosa que le va a molestar a Maduro: yo tenía todas las diferencias del mundo con Hugo Chávez, pero a Chávez nunca le dio miedo confrontarse electoralmente. El problema es que Maduro está asustado de enfrentarse en unas elecciones limpias», afirmó González, quien indicó que «los perdedores, cuando van perdiendo, buscan un enemigo fuera», al mismo tiempo que anticipó que el Ejecutivo de Caracas está perdiendo apoyos en la región.