La pesadilla vital de Paris Jackson

Quiso crear un espacio de fantasía donde guarecer todos esos sueños infantiles frustrados, pero su rancho de Nerverland resultó ser sólo un frágil decorado frente a los problemas de la vida real. No imaginaba Michael Jackson que su hija Paris acabaría pareciéndose, por esas paradojas con las que asalta el destino, a esos «niños perdidos» del cuento de James Barrie. Su desgracia es que, más allá de las fronteras de la literatura, no existe un Peter Pan que los rescate. A sus 15 años, y tras su intento de suicidio el pasado 5 de junio, la hija del «rey del pop» será ingresada en la Academia Diamond Ranch de Utah en cuanto termine su tratamiento psiquiátrico en UCLA. La familia de la joven ha decidido enviarla fuera de California y, sobre todo, lejos del litigio que mantienen en los tribunales con la productora AEG, que ha vuelto a despertar muchos de los fantasmas que rodearon al cantante de «Thriller», fallecido otro mes de junio, pero de 2009.

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