Religion
Aquilino Bocos: «Hay mucho afán de protagonismo y contra eso lucha Francisco»
Aquilino Bocos ha dedicado su vida al servicio de la vida religiosa, animando institutos, acompañando y orientando congregaciones en sus procesos de transformación
Aquilino Bocos ha dedicado su vida al servicio de la vida religiosa, animando institutos, acompañando y orientando congregaciones en sus procesos de transformación. Como superior general de los claretianos consiguió expandir sus misioneros a Asia, África y Europa del Este. Ha participado en varios Sínodos y ha formado parte de varios organismos del Vaticano. Presidió la Federación Española de Religiosos de Enseñanza e impulsó el Instituto Teológico de Vida Religiosa. Y nunca ha esperado ningún reconocimiento. Por eso cuando el Papa anunció el 22 de mayo su nombramiento como cardenal le pilló totalmente desprevenido.
-¿Cómo recibió usted el nombramiento como cardenal?
Me enteré como se pudo enterar cualquier fiel cristiano, cuando lo estaba diciendo por la ventana del Vaticano. Anunció los nuevos cardenales y al final pronunció mi nombre y yo me quedé sorprendido y dije ¡bendito sea Dios! Fue una sorpresa absoluta.
-¿Qué cree que espera el Papa de usted como cardenal?
Se lo voy a preguntar (risas). No creo que quiera otra cosa que lo que él sabe que soy. Me he dedicado muchos años al servicio de la Vida Religiosa, animando institutos, acompañando y orientando congregaciones en sus procesos de transformación y me figuro que es un servicio que querrá que siga prestando hasta que pueda. Yo justamente en estos últimos meses me había ido haciendo la idea de que llegados los 80 años, tenía que ir dejando algunos otros servicios, y es verdad que tengo algunos proyectos de escribir sobre ciertos asuntos. Me planteaba una especie de retiro para ir escribiendo. Y no creo que el nombramiento me trastoque estos planes .
-¿Qué relación tiene con el resto de cardenales españoles y cómo valora que España esté entre los países que más cardenales tiene ?
Yo creo que el hecho de que España tenga más cardenales que otro país es meramente circunstancial. La relación con los cardenales en España es muy buena. Hay que partir de que yo tuve una intensa relación con los obispos los años que fui presidente de FERER. Y gracias a eso logramos muchas cosas a favor de una escuela católica fortalecida. Tengo buena relación con la jerarquía, primero porque soy claretiano y nuestra condición es colaborar con otros, es hacer con otros lo que sólo no se puede, como decía el padre Claret. El colaborar con los obispos es algo de lo que no me he desprendido nunca. Tengo anécdotas con todos los cardenales españoles y muy agradables.
-En algunas ocasiones se ha especulado con un posible retiro del Papa. ¿Cree que es capaz de renunciar como lo hizo Benedicto XVI?
Sí, Francisco es capaz. Que lo vaya a hacer no lo sé. No lo creo, goza de buena salud, tiene buen ánimo y está llevando un proyecto de reforma de la Iglesia serio. Es un hombre de Dios. Los que no conozcan al Papa pueden tener una visión muy superficial de él. Pero cuando se mira la trayectoria de su vida, todo su pensamiento, lo que significan sus gestos, cuando se examina su lenguaje... se advierte a un honbre muy espiritual, evangélico, un honbre muy bien preparado en contra de lo que la gente pueda llegar a pensar. Tenemos que dar gracias a Dios por tener un Papa como este.
-¿Cómo ha evolucionado su relación con Francisco?
He tenido buena relación con él porque trabajamos mucho en la plenaria de la Congregación de Religiosos donde se hizo un documento muy importente, "Caminar desde Cristo". Estuvimos muy vinculados en el Sínodo Vida y Misión de los Obispos y antes estuve con él en Argentina en la celebración de los 100 años de la presencia de los Claretianos en este país. Francisco asistió a la sobremesa y charlamos mucho sobre la situación de la Iglesia y la vía de la sinodalidad.
- Cómo valora usted la Reforma de la Curia que pretende Francisco
Precisamente en la sobremesa de esa celebración charlamos mucho sobre la situación de la Iglesia y la vía de la sinodalidad de la Iglesia y de cómo la iglesia había ido marcando un proceso muy bonito desde 1985 cuando se hizo el Sínodo a los 20 años del Concilio Vaticano II, y luego los posteriores sínodos de laicos, religiosos, sacerdotes y obispos. El documento "Pastores gregis", que casi nadie lee, señala precisamente la figura del obispo que se quiere en la Iglesia y lo hizo Francisco siendo presidente del sínodo . Ese documento afecta a todo el pueblo de Dios, porque perfila qué puesto tiene el obispo y cómo se relaciona con los laicos, sacerdotes, religiosos y qué camino de santidad ha de seguir. Lees el documento y ves el reflejo del Papa. Ese documento invita a los obispos a caminar con el pueblo y a ir como pastor de las ovejas. Más que de la reforma de la Curia me gusta hablar más bien de la reforma de la Iglesia, ahí es dónde hay que poner el acento. Lo que está en juego es cómo la persona asume su propia responsabilidad con una visión de fe. Para saber abandonar las estructuras hace falta saber que uno ha sido capaz de poner valor en algo distinto y de más alto grado. Pero si tienes el afán de tener, de poder, de prestigio... no puedes tan fácilmente ponerte al lado del pueblo, del sencillo, del pobre... como es propio del pastor.
-Usted como referente de la Vida Religiosa, ¿qué pasos considera que debe dar la Iglesia para superar la crisis vocacional?
Sobre la importancia de la Vida Consagrada, el primero que llamó la atención de ello con un aldabonazo muy fuerte fue Benedicto XVI. Primero en noviembre de 2011, cuando habló de que no se podía prescindir de la vida religiosa en las diócesis y que había que ir buscando la comunión entre todos los miembros de la Iglesia. Y luego hizo como un testamento sobre la Vida Consagrada en febrero de 2013. Yo estaba allí de casualidad , y dijo "no hagáis caso de los profetas de calamidades", que también los hay en torno a la vida religiosa. Hay que entender la vida religiosa desde una visión más amplia , pues no es sólo lo que sucede en España ni en Europa, es una realidad eclesial mundial y no deja de ser curioso la visión mundana que la sociedad tiene de la vida religiosa. No hay que valorarla por los números ni por las edades, es un don del Espíritu, que lo da cómo quiere, cuándo quiere y a quién quiere. Otra cuestión importante: ¿Por qué la vida religiosa no la tenemos en cuenta en África, Asia incluso en América Latina? Allí están floreciendo las vocaciones. Lo que no se puede ser es parciales, y yo, con una visión de conjunto y habiendo recorrido el mundo tantas veces, me doy cuenta ¿Por qué tenemos que tener una visión tan negativa cuando se habla de la vida religiosa? ¿Es que las vocaciones que Dios da en otros sitios no son tan válidas como las que da aquí?
-Muchos dicen que han sido los nuevos movimientos los que revitalizado la Iglesia en detrimento de órdenes más antiguas . ¿Qué opina?
Yo tengo otra visión, ¿que pasó a finales siglo XIX ? Que hubo un florecimiento de congregaciones tan grande que obligó a San Pío X a fundar la Congregación de Religiosos. Me he dado cuenta de cómo muchos problemas que tenemos ahora en la Iglesia con los movimientos, son los mismos problemas que se crearon en las congregaciones con las órdenes, y entonces no hay que extrañarse. Yo siempre tengo el convencimiento de que si es de Dios seguirá adelante y si no desaparecerá. En menos de 60 años han salido 600 institutos nuevos, muy pequeños algunos. ¿Éso qué perspectiva tiene? El tiempo curte, acrisola y hay que saber esperar con esperanza, porque si es obra de Dios hay que apoyarlo y no debe molestarnos a nadie. El que salgan muchas vidas de forma consagrada es un don. Estos movimientos jóvenes, como pasa con toda juventud, creen que lo pueden todo y pasado el tiempo ven que la experiencia de las órdentes tradicionales han hecho un camino que ha dado sus frutos. Una de las cosas que ha marcado mi vida es trabajar con otros y esto mismo vale en la escuela católica, en las pastoral parroquial, en la nacional.... hoy día no podemos ir solos, no hay que poner cada uno su chiringuito. Las cosas hay que hacerlas conjuntamente, comos signo de unidad y ofrecimiento a los demás...pero nos queda el afán de protagonismo y eso es por lo que esta luchando el Papa.
-Hay un sector muy crítico con el proyecto de Francisco y algunas de sus reformas, como cuando se habló de la posibilidad de la ordenación de hombres casados en ciertas zonas o de impulsar el papel de la mujer en la Iglesia. ¿Qué les diría?
La Iglesia tiene muchos valores dentro de sí que tiene que ir descubriendo y apoyando y que no van en contra del Evangelio. Yo creo que estos caminos nuevos, de nuevas vocaciones, nuevos servicios y presencias son fruto de cómo el Espíritu va abriendo los ojos a los cristianos y les dice "mirad que hay otros horizontes, mirad que hay otras posibilidades, aprovechadlas". Nos pide que las aprovechemos y que tengamos una visión más positiva y constructiva desde la humildad y sencillez, porque es el Señor quien nos ilumina y quien nos lleva adelante.
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