La sucesión de Benedicto XVI
El «lobby» italiano intenta sacar músculo
Aunque el país transalpino tiene el mayor número de cardenales en el Cónclave, los vaticanistas no confían en que uno de ellos logre ser Papa
De los 117 cardenales electores que tendrán la responsabilidad de elegir al próximo Sumo Pontífice, 28 de ellos son italianos. Hablamos pues de cerca de una cuarta parte del Colegio Cardenalicio, cuyo decano es Angelo Sodano.
De los 117 cardenales electores que tendrán la responsabilidad de elegir al próximo Sumo Pontífice, 28 de ellos son italianos. Hablamos pues de cerca de una cuarta parte del Colegio Cardenalicio, cuyo decano es Angelo Sodano. Así, es inevitable que durante estos días haya surgido en El Vaticano una pregunta con visos de ser plausible: ¿hará presión el «lobby» italiano para designar un Papa del país transalpino? Cierto es que desde 1522 y hasta el nombramiento de Juan Pablo II, todos los Pontífices procedían de Italia. Pero también es verdad que, en los últimos 35 años, ningún cardenal de la República ha recogido el testigo de San Pedro.
Precisamente ayer, Benedicto XVI se reunió con los sacerdotes de la diócesis de Roma por última vez antes de renunciar oficialmente al papado el próximo 28 de febrero.
«Por parte de los cardenales italianos, seguro que va a haber interés en elegir a un compatriota», apunta la periodista Paloma Gómez Borrero. Muchos nombres se han barajado estos días en esa dirección, especialmente el del cardenal Angelo Scola. Sin embargo, Gómez Borrero apunta a otro candidato.
Formador de sacerdotes
«Ahora mismo está muy considerado Mauro Piacenza. Su prestigio, su sencillez, su gran cabeza... Es una persona muy inteligente y conoce muy bien la curia. De hecho, ha formado muy bien a los sacerdotes. Y conocer esa formación es muy importante», subraya. Con todo, tampoco puede olvidarse a Angelo Bagnasco, presidente de la Conferencia Episcopal italiana y un «peso fuerte».
«En igualdad de condiciones, los cardenales italianos se encaminarían a dar su voto a un compatriota. Pero no es seguro que coincidieran en un solo nombre», apunta Antonio Pelayo, corresponsal de Antena 3 en Roma. «Los italianos conocen mejor a sus candidatos. Es evidente que los que están en la curia y en las sedes importantes –Milán, Nápoles, Roma...– se conocen mejor que entre los cardenales de Quito y de Colonia, por ejemplo», afirma Pelayo. Y, por tanto, «también muestran una mayor afinidad».
Sin embargo, también cree que «en el Colegio Cardenalicio actual existe una tendencia a pensar que ahora mismo no conviene tener un Papa italiano», debido a los «recientes casos de escasa transparencia».
Un nuevo San Francisco
Paloma Gómez Borrero, por su parte, cree que los «papables» de América del Norte cuenta con posibilidades. «Personalmente me encantaría que fuera el cardenal de Boston», Sean Patrick O'Malley. «Cómo ha llevado esa diócesis tan difícil, que ha sufrido tanto por los casos de pederastia... Cuando le he visto me ha recordado a San Francisco. Para una renovación grande, la Iglesia necesitaría a un Francisco de Asís o una Catalina de Siena».
Pero de momento, todo se queda en rumores y opiniones. Así será al menos hasta la celebración de un cónclave del que lo único que se conoce hasta ahora es que será necesaria una mayoría de dos tercios para que el próximo Obispo de Roma pueda recoger el testigo de Benedicto XVI.
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