Catolicismo
El Papa canoniza a Teresa de Calcuta: «Seguiremos llamándola Madre»
Francisco pide a los voluntarios que sea su «modelo de santidad».
Francisco recordó que la Madre Teresa se hizo oír ante los poderosos culpables de la pobreza y valoró su lucha contra el aborto: «Siempre decía que el no nacido es el más débil, el más pequeño, el más pobre».
El papa Francisco proclamó hoy santa a la madre Teresa de Calcuta, en una multitudinaria ceremonia en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.
Francisco utilizó como es habitual la formula en latín para proclamar la santidad de la religiosa, que murió en Calcuta en 1997, y pedir que fuese inscrita en los libros de los santos de la Iglesia.
El prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal Angelo Amato, acompañado del postulador de la causa, Brian Kolodiejchuck, presentó a Francisco la petición de canonización de la madre Teresa.
A lo que el papa pronunció la fórmula en latín: "En honor de la Santísima Trinidad, por la exaltación de la fe católica y el incremento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo y de los santos apóstoles Pedro y Pablo, después de haber reflexionado largamente e invocado la ayuda divina, y escuchando el parecer de muchos de nuestros hermanos obispos, declaramos santa a la beata Teresa de Calcuta".
Y continuó: "y la inscribimos en el Catálogo de los Santos, y establecemos que en toda la Iglesia sea devotamente honrada entre los santos".
Tras la proclamación se oyó un fuerte aplauso en la Plaza de San Pedro del Vaticano, donde se han congregado 100.000 personas.
Después se llevó hacia el altar una reliquia de la santa, unas gotas de sangre contenida en un especial relicario tallado en madera con forma de cruz.
Francisco elogió su labor "en defensa de la vida humana", al asegurar que hizo "sentir su voz a los poderosos de la tierra para que reconocieran sus culpas ante los crímenes de la pobreza creada por ellos mismos".
En la homilía de la ceremonia de canonización celebrada en la plaza de San Pedro ante 100.000 personas, el papa argentino destacó de la madre Teresa que durante toda su vida estuvo "a disposición de todos por medio de la acogida y la defensa de la vida humana, tanto la no nacida como la abandonada y descartada".
Francisco ha arrancado los aplausos de los miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro para asistir a la ceremonia de canonización de la Madre Teresa de Calcuta con una frase improvisada en su homilía. "Seguiremos llamándola madre de manera espontánea", ha asegurado.
Francisco valoró de la monja su lucha contra el aborto y recordó que siempre decía que "el no nacido es el más débil, el más pequeño, el más pobre".
La madre Teresa de Calcuta se convierte en santa 19 años después de su muerte, el 5 de septiembre, y tras un rápido proceso de canonización ya que fue proclamada beata el 19 de octubre de 2003 en otra ceremonia multitudinaria en el Vaticano.
Un proceso para el que se han necesitado dos milagros aprobados -uno para la beatificación y otro para la canonización- y que han sido la "curación inexplicable"de una mujer india de religión animista, Mónica Bersa, de 34 años, que padecía un tumor en el abdomen del que sanó en 1998, y del brasileño Marcilio Andrino, que se curó de una grave infección cerebral en 2008.
La madre Teresa de Calcuta, que será conocida como la santa de "los más pobres entre los pobres", "la santa de la misericordia", es también la primera santa premio nobel, pues recibió el galardón dedicado a la Paz en 1979.
Doña Sofía, en primera fila
Doña Sofía asiste en primera fila del sector reservado a delegaciones extranjeras a la canonización de la madre Teresa de Calcuta que se celebra hoy en la plaza de San Pedro en el Vaticano.
La reina encabeza la delegación española en esta ceremonia y que está compuesta por la presidenta del Congreso, Ana Pastor; el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García Margallo, y el secretario de Estado para la Unión Europea en funciones, Fernando Eguidazu.
Doña Sofía ha elegido un traje de chaqueta blanco, color que se les permite sólo a las reinas católicas, pero en esta ocasión decidió no llevar mantilla como un gesto para alabar la sencillez de la madre Teresa de Calcuta, según informó a Efe la Casa Real.
Durante la ceremonia se ha protegido del fuerte sol de hoy en la capital italiana con una sombrilla blanca, gafas de sol y un abanico blanco.
Lleva consigo en este acto una medalla de la congregación de las Misioneras de la Caridad, fundada por madre Teresa, y que la religiosa le entregó durante uno de sus encuentros, precisó a EFE la Casa Real.
Antes de la ceremonia, la reina Sofía en representación de la delegación española, junto con una personas del resto de delegaciones de los varios países que asistieron a la ceremonia, pudieron saludar al papa Francisco en el interior de la basílica.
Casa Real destacó la muy buena relación que la reina Sofía mantuvo con la madre Teresa, "con quien tuvo la posibilidad de estar en distintas ocasiones y a la que admiraba profundamente".
"Fue ella quien acompañó a la fundadora de las Misioneras de la Caridad de Calcuta en la visita que hizo a España en julio de 1986, y en la que inauguró en Madrid un centro de acogida para ancianos e indigentes".
Al año siguiente, la madre Teresa inauguró junto con Doña Sofía el X Congreso Internacional de la Familia en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Madrid y también Doña Sofía conoció en Calcuta el Kalighat, la casa de los moribundos, y el resto de la obra que desarrollo allí la monja premio Nobel de la Paz.
La reina también en septiembre de 1997 asistió a las exequias de la Madre Teresa en Calcuta.
La última vez que Doña Sofía estuvo en el Vaticano fue en abril de 2014, donde asistió junto con Don Juan Carlos, entonces Reyes de España, a la ceremonia de canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II.
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