Asia

Seúl

El Papa lleva a Corea un mensaje de reconciliación

El país vive una primavera católica con más de cinco millones de fieles

Corea del Sur ultima los preparativos para recibir al Pontífice
Corea del Sur ultima los preparativos para recibir al Pontíficelarazon

El avión oficial del Papa Francisco ha despegado del aeropuerto de Roma Fiumicino sobre las 16,00 horas de Italia y está previsto que llegue a Seúl, capital de Corea de Sur, a las 10,30 horas (hora local) del día siguiente por la diferencia horaria.

Francisco está a punto de cumplir uno de sus mayores anhelos: viajar a Corea del Sur para ofrecer palabras y gestos de esperanza a los cristianos del país. Esta nación asiática Vive una auténtica primavera de la Iglesia al contar con 5,5 millones de católicos, más del 10 % de su población, y bautiza cada año a cien mil adultos, lo que lo convierte en uno de los países que registran un mayor crecimiento católico a nivel mundial.

Francisco volverá a dar prioridad a una de las principales líneas de su pontificado: acudir a las periferias existenciales, también geográficas, del hombre. Lo hará en esta ocasión desplazándose a 9.150,00 km de su residencia en el Vaticano. Partirá esta tarde desde Roma en avión rumbo a Seúl y permanecerá en el país hasta el próximo día 18. Será uno de los viajes más carismáticos y destacados del Papa argentino, y estará cargado de un profundo significado por la persecución que sufren los cristianos en algunos países del continente, una situación a la que el Papa Francisco es especialmente sensible.

La visita de Bergoglio aprovechará la VI Jornada de la Juventud Asiática que se celebra estos días en la ciudad de Daejeon y que dará comienzo en la capital coreana mañana con un encuentro con las autoridades del país en el palacio presidencial y después con los obispos en la sede de la Conferencia Episcopal.

Al día siguiente viajará a Daejeon para celebrar la Eucaristía en el World Cup Stadium y almorzar con un grupo de jóvenes, como ya es habitual en la mayoría de sus viajes. Esa misma tarde presidirá un encuentro con los miles de jóvenes de toda Asia que se hayan podido desplazar hasta el Santuario de Solmoe. No obstante, los que seguro que no podrán asistir al encuentro serán los cristianos de Corea del Norte, dado que el Gobierno de su país les ha prohibido la asistencia.

El 16 de agosto se vivirá la que será sin duda una de las celebraciones de mayor calado. El Papa visitará el Santuario de los Mártires de Seo So Mun y beatificará a 124 mártires coreanos en la Puerta de Gwanghwamun de Seúl, a los que les precede el ejemplo de los famosos 10.000 mártires del país. Ese día visitará también el llamado «jardín de los niños abortados». El 17 de agosto llegará a Haemi, donde se encontrará con los obispos de Asia en el Santuario local y celebrará la misa de clausura de la Jornada de la Juventud Asiática en el Castillo de Haemi, donde alentará a los jóvenes a seguir el testimonio de los mártires.

Francisco se convierte de esta manera en el primer Pontífice que pisará suelo asiático en los últimos quince años, después de que Juan Pablo II lo hiciera en 1999, durante un viaje a la India, y en 1984. Es pues la tercera vez que Corea del Sur recibe la visita de un Papa.

Francisco quería un viaje exprés a Irak

Francisco es un hombre de acción y de gestos y no sólo de palabras. Así lo ha demostrado hasta ahora y parece decidido a continuar haciéndolo. El Papa quería realizar un viaje exprés a Irak para «compartir el dolor» de las víctimas que sufren la persecución de los yihadistas radicales de ISIS, los mismos que pretenden establecer un califato en el país. Sin embargo el viaje ha quedado descartado. Así lo ha revelado el cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, que emprendió ayer viaje a Irak como enviado especial de Francisco para comprobar la situación de los cristianos en el país. A día de hoy se estima que en Irak quedan sólo unos 400.000 cristianos y que en los últimos meses más de 120.000 se han visto obligados a huir por miedo a ser asesinados.