Ciudad del Vaticano

El Papa recuerda el problema de la inmigración y de la droga en México

El Papa Francisco recordó hoy a los mexicanos que se ven obligados a atravesar la frontera con EEUU, a los que caen en manos de los sicarios y el problema de la droga en ese país, al recibir hoy a los obispos mexicanos.

El Papa Francisco recordó hoy a los mexicanos que se ven obligados a atravesar la frontera con EEUU, a los que caen en manos de los sicarios y el problema de la droga en ese país, al recibir hoy a los obispos mexicanos.

Francisco tenía preparado un discurso a los obispos para esta ocasión en la que les daba consejos para sus diócesis y hablaba de los problemas de México, pero al final decidió sólo entregarlo por escrito y hablar con ellos más coloquialmente.

En el saludo improvisado a los obispos mexicanos, según el Vaticano, el Papa hizo referencia a las "preocupaciones"que en estos días los prelados le han comentado.

Francisco les aseguró que la Virgen María nos les dejará solos ante "tantos y dolorosos problemas"y entre estos citó a "quienes atraviesan la frontera"con Estados Unidos, y recordó "a los que no consiguen llegar a la otra parte".

"Hay hijos que mueren, hijos que son asesinados por manos de sicarios", agregó, para citar después también el problema "de la droga".

Para describir este problema, el Papa puso como ejemplo el de un campesino que piensa: "Si cultivo maíz vivo un mes, mientras que si cultivo opio vivo todo el año".

A los obispos les recomendó entonces "que no olviden la oración"y que "estén siempre cerca de su pueblo", pues con estas dos indicaciones podrán "seguir adelante".

En el discurso escrito, el Papa pidió promover la concordia y el diálogo ante las "múltiples violencias"que afectan a la sociedad mexicana, particularmente a los jóvenes.

"En la actualidad, las múltiples violencias que afligen a la sociedad mexicana, particularmente a los jóvenes, constituyen un renovado llamamiento a promover este espíritu de concordia a través de la cultura del encuentro, del diálogo y de la paz", escribió Francisco a los obispos mexicanos.