Jóvenes católicos acompañan a refugiados como «regalo» al Papa

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engan muy presentes a los que sufren, pero no para tenerles lástima como a un perrito que se está muriendo porque lo arrollamos. Lástima no es cristiano; compasión, padecer con, meterte en la vida del otro. Acompañen a los que sufren». Ese fue el mensaje que el Papa Francisco lanzó al grupo Hakuna cuando se reunió con ellos en el Vaticano el pasado mes de octubre. Este incipiente movimiento liderado por jóvenes católicos se ha marcado como prioridad cumplir el reto que les lanzó Bergoglio y por ello han puesto en marcha la campaña «Hakuna Nativity Caravans», una iniciativa que busca acompañar a emigrantes y refugiados en Navidad.

La primera cita importante tendrá lugar hoy en Barcelona. «Todo el mundo está invitado a acudir a la Basílica de la Merced», explica a LA RAZÓN Patricia Garrido, una de las responsables de la iniciativa. Allí se llevará a cabo a las 21:00 horas una Hora Santa a la que está previsto que acudan 800 personas. Pero el plato fuerte es mañana a las doce del mediodía, cuando se celebrará una misa de Acción de Gracias, que también servirá como bienvenida a los nuevos miembros. La oficiará el cardenal Juan José Omella. Según Garrido, las previsiones estiman una participación de mil personas.

La otra gran cita que complementará este «regalo» de los jóvenes al Pontífice tendrá lugar el 29 de diciembre, en Madrid, Bilbao, Málaga, Valencia, Sevilla y Cartagena se desarrollarán diversas jornadas de acompañamiento. El centro será el barrio madrileño de Vallecas. En torno a la parroquia del distrito jóvenes de toda Europa se sentarán a la mesa junto a centenares de inmigrantes –hasta 200 han confirmado ya su presencia–. Justo después actuará el Hakuna Group Music, justo antes de que se celebre una Hora Santa.

Esto es solo la continuación de un proyecto que ya tiene camino andado. «Hemos estado en Tánger acompañando a personas que quieren cruzar el país para llegar a España. Nos inspiramos en los Reyes Magos», indica, Todos comparten el espíritu Hakuna: se definen como unos «pringados», en el buen sentido de la palabra: «Tal y como Jesús vino a la Tierra para “pringarse” por nosotros, ahora nosotros nos “pringamos” por él y por los demás», subraya Garrido.