La ideología que destruye

Lo acaba de recordar el Papa. Si la sexualidad no respeta la creación, si uno no nace varón o mujer, sino que se hace tal según su libre decisión, hemos roto la vinculación con el Creador, cuyas huellas están inscritas en nuestra propia carne. Esa ruptura con Dios es una ruptura consigo mismo, es una ruptura con los demás. «Ahora bien, si no existe la dualidad de hombre y mujer como dato de la creación, entonces tampoco existe la familia como realidad preestablecida por la creación. Pero, en este caso, también la prole ha perdido el puesto que hasta ahora le correspondía y la particular dignidad que le es propia», dice Benedicto XVI.La ideología de género, que nos invade por todas partes, pretende romper el papel del padre, el de la madre, el del hijo. En definitiva, rompe toda la familia, rompe todo lo preestablecido. Es una completa deconstrucción antropológica, que deja al hombre aniquilado. Esa ideología está influyendo en la educación, en las leyes, en la convivencia social. Sólo la familia según el plan de Dios tiene futuro. La familia constituida por el varón y la mujer, con vínculo estable y santificado por Dios, abierta generosamente a la vida, que respeta a los ancianos y no elimina a los disminuidos. Ese tipo de familia tiene futuro, porque es el nido de la vida, donde cada uno de sus miembros es amado por sí mismo y no es utilizado como objeto. ¡Qué bonita es la familia! La fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret nos recuerda que es posible realizar en nuestra sociedad de hoy este proyecto de Dios, el único que puede llenar el corazón del hombre, varón o mujer. El único que puede llenar de esperanza el corazón de un joven.