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Iglesia Católica

La Iglesia universal de Francisco

Nombra hoy a 14 nuevos cardenales de diversos países con la idea de descentralizar el Colegio Cardenalicio. Los españoles Luis Ladaria y Aquilino Bocos recibirán el capelo.

El consistorio para la creación de los nuevos cardenales se celebra hoy en el Vaticano, coincidiendo con la festividad de San Pedro
El consistorio para la creación de los nuevos cardenales se celebra hoy en el Vaticano, coincidiendo con la festividad de San Pedrolarazon

Nombra hoy a 14 nuevos cardenales de diversos países con la idea de descentralizar el Colegio Cardenalicio. Los españoles Luis Ladaria y Aquilino Bocos recibirán el capelo.

Francisco creará hoy 14 nuevos purpurados procedentes de diversos países, entre ellos dos españoles.

En poco más de cinco años al frente de la Iglesia, Jorge Mario Bergoglio ha creado ya 74 cardenales, de los cuales 59 tienen derecho a voto en el caso de que se celebrase un cónclave. Y es que la estrategia de Francisco en los nombramientos ha sido clave para universalizar el Colegio Cardenalicio y descentralizarlo, como tantas veces él mismo ha deseado públicamente al referirse al funcionamiento de la curia. El Papa siempre ha tenido claro que los cardenales deben reflejar exactamente la esencia de la Iglesia, y eso se traduce en otorgar el capelo y el anillo cardenalicio también a aquellos que se encuentran en países de misión, en lugares de conflicto o que sencillamente merezcan un reconocimiento por su dedicación y servicio.

Los cardenales europeos siguen siendo mayoría hoy día en un posible cónclave al pasar de 48 a 54, pero América ha pasado a contar con 35 –17 son de Norteamérica, 5 de Centroamérica y 13 de Sudamérica–. África gana uno más –de 15 pasan a 16–, Asia pasa de 14 a 17 y Oceanía se mantiene con 4.

Desde que fuera elegido Pontífice, Francisco ha roto los esquemas y ha ideado un nuevo modo de elegir cardenales y también de comunicarlo. Si con los anteriores papas a los purpurados se les comunicaba días antes a través de la nunciatura apostólica correspondiente o por medio del mismo Pontífice, ahora son ellos los primeros sorprendidos. No conocen de antemano la decisión de Francisco y esto provoca que el efecto sorpresa sea también universal. Con esta forma de actuar el Papa se guarda además un as bajo la manga por si a última hora y poco antes del anuncio –siempre después de rezar la oración mariana del ángelus– tuviera que eliminar de la lista algún nombre.

Fue el pasado 20 de mayo cuando hizo el anuncio del consistorio de hoy y explicó que los orígenes de los elegidos «expresan la universalidad de la Iglesia que continúa a anunciar el amor misericordioso de Dios a todos los hombres de la tierra». «La inserción de los nuevos Cardenales en la diócesis de Roma manifiesta el inprescindible vínculo entre la sede de Pedro y las Iglesias particulares difundidas por el mundo», añadió el Papa.

Entre los nuevos Cardenales se encuentran el Patriarca de la Babilonia de los Caldeos, Louis Raphaël I Sako; el Vicario General de Roma, Angelo De Donatis; y el Delegado Pontificio para la Soberana Orden Militar de Malta, Giovanni Angelo Becciu.

Los dos españoles que recibirán el anillo cardenalicio serán el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Luis Ladaria y el religioso claretiano Aquilino Bocos. Este último, al superar los 80 años de edad, no tiene derecho a voto en un futuro cónclave pero Francisco quiso reconocer su labor al servicio de la vida religiosa.

La particularidad de la ceremonia de hoy, al contrario que en otras ocasiones, es el número de miembros de la curia que serán elevados al rango de cardenal. Ellos, junto al resto de cardenales, saludarán al Papa Emérito Benedicto XVI tras la ceremonia y ya en la tarde participarán en el tradicional besamanos, la recepción en la que familiares y amigos podrán felicitarles. El consistorio coincide también con la celebración de san Pedro y san Pablo, patronos de Roma y de la Iglesia, por lo que el día del anuncio Francisco pidió para ellos que sean «anunciadores jubilosos del Evangelio en el mundo entero y, con su testimonio y su consejo, me sostengan más intensamente en mi servicio de Obispo de Roma, Pastor universal de la Iglesia».