África

Yaundé

Liberan a los tres religiosos secuestrados desde abril en Camerún

Los tres religiosos extranjeros, dos italianos y un canadiense, secuestrados supuestamente por el grupo islamista nigeriano Boko Haram desde el pasado 14 de abril en el norte de Camerún fueron liberados esta madrugada, informó hoy la Presidencia de la República.

"Los religiosos viajan en estos momentos en avión hacia Yaundé, y están bien de salud", dijo la oficina presidencial en un comunicado recogido por la radio estatal, CRTV.

"La liberación se produjo en la frontera con Nigeria, no lejos de la ciudad de Marua, donde fueron secuestrados", añade el comunicado.

Los tres han sido entregados al secretario general de la presidencia de la República camerunesa, Ferdinand Ngo'o Ngo'o.

Las autoridades no han hecho hasta el momento ninguna alusión a un hipotético pago a los secuestradores para lograr la liberación de los rehenes.

Según reveló el periódico "Le Septentrion", del norte de Camerún, las negociaciones duraron una semana, antes de que los captores entregaran a los religiosos a las autoridades.

La liberación tuvo lugar en el pueblo de Hamchide, en la parte camerunesa de la frontera con Nigeria.

Pese a que el grupo islamista no ha reivindicado el secuestro, las investigaciones policiales apuntan a Boko Haram como responsable del mismo.

La liberación de los tres religiosos se produce después de la de familia francesa Moulin Fournier y del sacerdote francés Georges Vandenbeusch, secuestrados en 2013 en acciones reivindicadas por Boko Haram.

El grupo radical han despertado recientemente indignación en todo el mundo tras secuestrar el pasado 14 de abril a más de 200 niñas de una escuela en el estado norteño nigeriano de Borno.

Boko Haram, que significa en lenguas locales "la educación no islámica es pecado", lucha por imponer un Estado islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiana en el sur.

Desde que la Policía acabó en 2009 con el entonces líder y fundador de Boko Haram, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña, que ha causado más de 4.000 muertos.