Los obispos, contra la gestación subrogada: «Se explota a la mujer»

El portavoz de la Conferencia Episcopal insta a promover la adopción y la acogida

«Es una explotación de la mujer y del niño que va a nacer, que se convierte en un objeto de consumo». Es la clara postura de la Conferencia Episcopal Española en torno al debate sobre la reglarización de la maternidad subrogada en nuestro país. Su secretario general y portavoz, José María Gil Tamayo afirmó ayer que quería ser respetuoso con las personas que están sufriendo la falta de un hijo, pero añadió que «los niños y las mujeres no tienen precio, tienen dignidad» y un hijo no es un derecho, ni es un deseo, es un don».

Además, los obispos españoles consideran «no lícita» la gestación subrogada porque «contraviene el orden natural de la procreación» y pidieron cauces más rápidos aunque con garantías para facilitar la adopción en el caso de los matrimonios que no pueden tener hijos. Así, los obispos creen que tanto si se paga el servicio de la gestación como si se hace de forma altruista, esta práctica «contraviene el orden natural de la procreación humana». «No se atiende a una anomalía o enfermedad, no se cura la infertilidad, trata de proporcionar un medio alternativo que la Iglesia considera no lícito», afirmó.

Gil Tamayo propone así promover la adopción y la acogida frente a la gestación subrogada, a la que se refirió como «vientres de alquiler» pidiendo no caer en «eufemismos». En concreto, instó a que las legislaciones sean «lo suficientemente flexibles y garantistas, por encima de todo, de los derechos del niño» para que las parejas encuentren «cauces adecuados y rápidos» para adoptar. Además, se refirió a las «vinculaciones afectivas» que se generan entre la madre gestante y el niño gestado y los «problemas de identidad a los que se enfrentará dicho niño» ya que, según advirtió, estas personas, aunque con la misma dignidad que todas, «siempre serán fruto de una transacción, mediando dinero en la mayoría de los casos o de una instrumentalización al servicio de un derecho falso».

Durante la presentación de los trabajos reunión de la Comisión Permanente, se anunció además la creación de una «mesa de la unidad eclesial» con organizaciones católicas de la comunidad educativa, que se reunirá por primera vez el próximo 2 de marzo para definir suposición en la defensa de la enseñanza católica en el Pacto Educativo.