La renuncia de Benedicto XVI
Los principales líderes internacionales alaban su pontificado
José Manuel Durao Barroso
«Defensa de la paz y espíritu de reconciliación»
C. Herrero
BRUSELAS- Las instituciones europeas expresaron ayer sus respetos a la decisión expresada por Benedicto XVI. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, honró también la obra del Papa y su apoyo a la defensa de los valores ecuménicos, tales como la paz y los derechos humanos. «El espíritu de reconciliación que han alentado la reflexión y la acción del Santo Padre deben igualmente ser celebrados», reza la nota del ex primer ministro portugués y miembro del Partido Popular Europeo. El presidente del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rompuy, destacó que la decisión «no se ajusta a la tradición» y recalcó que su pontificado ha sido «corto pero muy difícil». Mientras, el presidente del Parlamento Europeo, el socialdemócrata Martin Schulz, también destacó que el Papa dio «esperanzas» a los creyentes pese a los momentos difíciles que ha afrontado la Iglesia católica.
Barack Obama
«La Iglesia tiene una función vital en EE UU y en el mundo»
Marta Torres
NUEVA YORK- El presidente Barack Obama expresó ayer el afecto que siente hacia la figura del Pontífice. El inquilino de la Casa Blanca indicó a través de un comunicado que «en nombre de los estadounidenses en todas partes del mundo, Michelle y yo deseamos extender nuestro aprecio y oraciones a Su Santidad el Papa Benedicto XVI. Michelle y yo recordamos afectuosamente nuestro encuentro con el Santo Padre en 2009, y agradezco nuestro trabajo juntos durante estos últimos cuatro años», recordó el presidente Obama de su cita con Benedicto XVI, en la que, como anécdota, se recuerda que el líder demócrata le dijo que un miembro de su Gabinete era católico, en referencia al vicepresidente, Joe Biden. «La Iglesia tiene una función vital en Estados Unidos y el mundo, y le deseamos lo mejor a los que pronto se reunirán para elegir al sucesor de Su Santidad el Papa Benedicto XVI», indicó Obama sobre el próximo jefe de la Iglesia católica después de esta decisión, que ha causado gran sorpresa en Estados Unidos. Según un estudio del Foro Pew sobre Religión y Vida Pública, los católicos conforman cerca del 24% de la población en Estados Unidos.
China
La despedida de un interlocutor con Pekín
Ángel Villarino
PEKÍN- China amanecía ayer paralizado y somnoliento por la celebración del Año Nuevo lunar. La agencia oficial de noticias Xinhua fue la primera en informar de la noticia desde Roma, horas después de que se hiciese pública y cuando ya muchos sacerdotes y fieles católicos lo habían comentado en las redes sociales. El despacho de Xinhua fue reproducido por después por varios portales de Internet, que lo destacaron sin demasiado entusiasmo. El catolicismo en China es una religión muy minoritaria: los recuentos más optimistas hablan de unos ocho millones de fieles, una cifra anecdótica para las dimensiones demográficas del país más poblado del mundo. La Iglesia católica, además, vive una situación complicada en el gigante asiático, donde el Partido Comunista (PCCh) ha abierto durante los últimos años la mano a la vida espiritual, pero sigue pretendiendo controlarla desde dentro. En el caso del catolicismo, trata de hacerlo inmiscuyéndose en la actividad de la Iglesia y en el nombramiento de obispos, actitud que ha dividido a los fieles entre los seguidores de la llamada Iglesia Patriótica (la que actúa bajo consentimiento del Gobierno comunista) y los de la denominada Iglesia clandestina (la que obedece al Vaticano y actúa al margen del gobierno). Uno de los legados internacionales del Papa Benedicto XVI ha sido, precisamente, su intento de mediar para mejorar las relaciones con Pekín, una actitud que ha sido criticada por muchas voces dentro de la Iglesia. Desde Filipinas, la reserva católica de Asia, su presidente destacó que «la histórica decisión del Papa se ha tomado con la humildad con la aproximación pastoral que ha realizado su servicio».
François Hollande
«Se trata de una decisión eminentemente respetable»
Álvaro del Río
PARÍS- La renuncia del Papa Benedicto XVI ha tenido el efecto de una bomba en la clase política y en los medios de comunicación de Francia. Todos coinciden en que la noticia, por inesperada, supone una «sorpresa». La reacción más mitigada y también la más institucional ha sido la del Elíseo. El presidente de la República, el socialista François Hollande, enfrentado con la Iglesia por el matrimonio homosexual, señalaba en un comunicado una decisión «eminentemente respetable», mientras el antiguo primer ministro, el conservador François Fillon, rendía homenaje a Benedicto XVI por «su considerable obra al servicio de la Iglesia» y destacaba en su figura una «personalidad profunda, mezcla de sabiduría y exigencia personal». La Conferencia Episcopal francesa calificó la dimisión del Papa de «decisión lúcida» y de «acto particularmente valiente», según el arzobispo de París, monseñor André Vingt-Trois. La noticia copaba las portadas de todos los medios franceses. El diario católico «La Croix» definía a Benedicto XVI como «servidor fiel» en un editorial publicado en su edición digital en el que se refería a la renuncia como una «sorpresa a medias». Por su parte, «Le Figaro» vaticinaba que el sucesor «debería ser conservador».
Angela Merkel
«Un significativo pensador religioso»
C. Herrero
BRUSELAS- La canciller alemana, Angela Merkel, deseó «de todo corazón» al Papa lo mejor en su nueva etapa y destacó que la renuncia es una «decisión difícil» que merece «el máximo respeto». Aunque Merkel es protestante, indicó que en su opinión Benedicto XVI es «uno de los más significativos pensadores religiosos de nuestra época». En este sentido, destacó de él su «profunda cultura», que empleaba, dijo, para contextualizar los asuntos que abordaba, así como su «vivo interés por la integración europea». La canciller aplaudió además su labor para impulsar activamente el «diálogo» interconfesional con «otras iglesias y religiones», como los ortodoxos y los judíos.
Enrique Peña Nieto
«Un portador de mensajes de paz y reconciliación»
Ángel Sastre
BUENOS AIRES- La renuncia del Papa, quien ha visitado México, Brasil y Cuba en estos últimos años, ha provocado una gran consternación en el continente iberoamericano. «El Papa Benedicto XVI siempre ha sido amigo de México y portador de mensajes de paz y reconciliación», escribió el mandatario Enrique Peña Nieto en su cuenta de la red social Twitter. Para los obispos argentinos, se vive un momento de «gran tristeza», mientras que diarios como «Clarín» llevaban en su web el siguiente titular: «Dios es Maradona y el Papa será argentino», en referencia a que en la lista de posibles sucesores se incluye a un argentino. Desde La Habana, el presidente Raúl Castro tenía palabras de cariño para Benedicto XVI, quien recientemente visitó la isla. «Es verdad que propondríamos soluciones distintas a los mismos problemas, pero nuestras intenciones eran las mejores. Los cubanos siempre estaremos agradecidos por su cariño hacia este país», recordaba el dictador.
En Brasil, la nación donde hay más fieles católicos, los sentimientos son encontrados. Por un lado, hay dolor, pero también expectación.
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