Francisco, nuevo Papa

Los símbolos papales, identidad sencilla y continuista

La Razón
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El Papa Francisco no ha querido romper con su vida anterior, hasta tal punto que tanto el lema y el escudo como Pontífice, dados a conocer ayer, son básicamente los mismos que tenía como arzobispo de Buenos Aires. Tan sólo ha cambiado los elementos que lo coronan para incluir los papales

El Papa Francisco no ha querido romper con su vida anterior, hasta tal punto que tanto el lema y el escudo como Pontífice, dados a conocer ayer, son básicamente los mismos que tenía como arzobispo de Buenos Aires. Tan sólo ha cambiado los elementos que lo coronan para incluir los papales

El palio. Un signo de los siervos de Cristo, legado de Benedicto XVI

Será impuesto al Papa por el cardenal Tauran, el protodiácono –el primero del orden de los diáconos del Colegio Cardenalicio–, el mismo que anunció el «Habemus Papam». Una vez impuesto, el cardenal Arns, el primero de los presbíteros, hará una oración en la que expresa el significado de esta imposición. «Este signo antiquísimo, que los Obispos de Roma llevan desde el siglo IV, puede ser considerado como una imagen del yugo de Cristo, que el Obispo de esta ciudad, el Siervo de los Siervos de Dios, toma sobre sus hombros. El yugo de Dios es la voluntad de Dios que nosotros acogemos», recordaba el Papa Emérito Benedicto XVI durante la homilía de su misa de entronización. Precisamente Francisco ha optado por el mismo modelo que él. Fue el ahora Papa emérito quien se distinguió de sus predecesores por el diseño –mucho más grande que el de Juan Pablo II– optando por éste que llevaban los Pontífices del primer milenio e inspirado en mosaicos medievales.

El palio de Francisco está confeccionado en lana pura, reflejo del Buen Pastor y, al mismo tiempo, de Cordero Crucificado para la salvación de los hombres. Mientras el palio papal es ancho y continene cinco cruces en color rojo –que recuerdan las llagas de Cristo–, el de los arzobispos es más estrecho y está decorado con cruces en seda en color negra.

El escudo. La Sagrada Familia «heredada» de Buenos Aires

Es básicamente el mismo escudo que mantiene desde que fuera consagrado obispo de Oca en 1992. Sobre un fondo azul, se encuentra en primer lugar el emblema de la orden religiosa de proveniencia del Papa, la Compañía de Jesús: un sol radiante con, al centro y letras rojas, la inscripción IHS (Iesus Hominum Salvator), que significa Jesús Salvador de los Hombres y que utilizó como sello San Ignacio de Loyola. Sobre la letra H se apoya la Cruz de Cristo, en punta, con los tres clavos en negro colocados a la base con un sol radiante.En la parte inferior, se pueden ver una estrella y una flor. Siguiendo la tradición heráldica, la estrella simboliza a María, mientras que la flor de nardo evoca a San José –en la iconografía española se le representa con un ramo de estas flores–, patrono de la Iglesia Universal y al que tiene gran devoción el actual Papa. Un elemento que da todavía más sentido a que la misa del inicio de Pontificado se celebre precisamente hoy 19 de marzo.

Así pues, con la Sagrada Familia representada –Jesús, María y José–, la novedad viene dada por los elementos que lo coronan. Son los mismos signos de la dignidad pontifica que utilizara Benedicto XVI. Por un lado, la mitra en el centro –el Pontífice alemán la elegió frente a la tiara de los anteriores Papas. Por otro lado, las llaves entre cruzadas de San Pedro, una representada con el color del oro y la otra con el de la plata, unidas por un lazo rojo.

El Anillo del Pescador. Un diseño del escultor de los Papas bañado en oro

Será de plata bañado en oro, una novedad con respecto al anterior. Se ha elaborado a partir de un modelo solicitado por Pasquale Macchi, secretario de Pablo VI, a Enrico Manfrini, conocido popularmente como «el escultor de los Papas», debido a los numerosos encargos recibidos tanto por la Santa Sede como por diferentes comunidades religiosas católicas a lo largo de su carrera. El Anillo del Pescador del Papa Francisco es fiel reflejo del estilo de las obras de Manfrini y representa a San Pedro con las llaves del cielo. Además, se grabará el nombre del Pontífice, de tal manera que sirva como sello para los documentos oficiales. Será destruido si fallece, anulado si renuncia al Papado, como en el caso de Benedicto XVI. El anillo es ofrecido al Papa por el decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano. Fallecido en 2004, quizá la herencia más reconocida de Manfrini sean las puertas de la catedral de Siena y las de San Pablo Extramuros elaboradas estas últimas en bronce con motivo del jubileo de 2000, además de la estatuta de Juan XXIII y la escultura homenaje a Pablo VI.

El Lema. «Miserando atque eligendo» (lo miró con misericordia y lo eligió)

Al igual que ocurre con el escudo, el Papa Francisco mantiene su lema episcopaL: «miserando atque eligendo» Esta frase está tomada de una homilía de San Beda el Venerable. Así, este sacerdote, comentando el episodio evangélico de la vocación de San Mateo, recuerda cómo «Jesús vio al publicano, y lo vio con misericordia y eligiéndolo, (miserando atque eligendo), y le dijo Sígueme». Las palabras de San Beda el Venerable son un homenaje a la misericordia de Dios y aparece reproducida en la Liturgia de las Horas en la fiesta de San Mateo. Precisamente el hasta hace unos días cardenal Bergoglio, señala que la figura del recaudador de impuestos está ligada directamente a su vocación. En la fiesta de San Mateo del año 1953, el joven Jorge Mario Bergoglio experimentó –a la edad de 17 años–, después de una confesión, se sintió tocado en el corazón y advirtió que sobre sí mismo descendía la misericordia de Dios. Fue esta mirada «de tierno amor» la que despertó su vocación y se sintió llamado a la vida religiosa, siguiendo el ejemplo de San Ignacio de Loyola. De ahí que escogiera ese «miserando atque eligendo» lo tomara como programa de vida y que sus reflexiones sobre la misericordia sean uno de los asuntos que aborde con más facilidad.