Sí hay test para los más ricos: una isla privada compra miles de pruebas de coronavirus

Fisher Island era un lugar privilegiado antes de que llegara la pandemia de coronavirus. En este enclave paradisíaco de Florida, a lo largo de Government Cut y ubicada entre Miami y Miami Beach , se concentran las mayores fortunas de todos los Estados Unidos, tan solo 800 familias de ricos y que goza de toda la privacidad porque solo se puede llegar en barco o en helicóptero. Con ingresos que superan los dos millones de dólares al año y casas de más de 2 millones, es el código postal americano con mayor renta por cápita. Ahora ha vuelto a la actualidad porque han adquirido los kits rápidos de análisis de sangre para detectar el Covid-19 del sistema de Salud de la Universidad de Miami, según informa el Miami Herald.

En la década de 1930, la familia Vanderbilt fijó allí su residencia y a la muerte de William Kissam en la década siguiente, la isla pasó por varios propietarios antes de convertirse en la comunidad turística que es hoy, con casas millonarias, un campo de golf y un hotel. Sus playas están rellenas con arena traída expresamente de las Bahamas, pedida desde la comodidad de sus mansiones. Además cuenta con la independencia de ser una ciudad en sí misma con un colegio, supermercado, 18 pistas de tenis, un banco, su oficina de correos y hasta su tintorería personal.

Ahora la comunidad ha hecho un trato con el sistema hospitalario para que produzcan para ellos los kits de pruebas necesarios para sus residentes, y para los trabajadores que mantienen las instalaciones. Esto es un gran contraste con gran parte del resto del estado, donde solo alrededor del 1 por ciento de la población ha sido examinada para detectar el virus mortal que ha causado una pandemia mundial.