Salud
«Se está reiniciando la actividad quirúrgica con circuitos limpios»
Entrevista al doctor Juan Rey, director médico y jefe del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles (Madrid)
-¿Cómo se ha adaptado su hospital a la situación actual de pandemia?
Al inicio se definieron desde la dirección del hospital unas líneas estratégicas que han facilitado el manejo de los recursos. Poder anticiparse de manera ágil a las necesidades, definiendo posibles escenarios, ha hecho que los cambios estructurales, organizativos, de recursos humanos, etc., hayan podido escalarse, adaptándolos a cada momento. Muy importante ha sido la iniciativa de la directora gerente del hospital, Raquel Barba, de convocar reuniones diarias de coordinación con participantes de los servicios de Urgencias, UCI-Anestesia, Enfermería, Continuidad Asistencial, Laboratorio, Dirección Médica, Admisión, Medicina Interna, Atención al Paciente y Trabajo Social, así como la comunicación permanente con todo el personal. Esto ha hecho que conozcamos las necesidades y ajustes necesarios consecuentes, ayudando a ordenar y combatir la posible sensación de inseguridad ante el patrón de comportamiento de esta enfermedad.
-¿Se han derivado profesionales de su servicio?
La necesidad de apoyo ha hecho que muchas especialidades quirúrgicas se hayan integrado en otros servicios médicos, asumiendo roles diferentes en cada etapa. Hemos hecho de «residentes» de Medicina Interna, Neumología, Urgencias, Intensivos, Geriatría…, ayudado en labores asistenciales y no asistenciales, hecho seguimiento de los pacientes, informado a los familiares, facilitado junto con Enfermería el contacto por videoconferencia, etc. Otra parte del personal ha revisado, organizado y resuelto la actividad de consulta programada en este tiempo, ya que la prevista inicialmente era altísima antes del inicio de la pandemia. Parte del equipo lo ha podido hacer desde su domicilio, lo que ha facilitado también escalar la asistencia al hospital y la conciliación.
-¿Qué está siendo lo mejor y lo peor que están viviendo estas semanas?
Lo mejor, sin duda, es la sensación de trabajo en equipo, de formar parte de algo. Cuando hay un alta, sentir que es el resultado del trabajo de muchas personas provoca sentimientos impresionantes, independientemente de dónde estuviera el recurso. En el otro lado, es una situación que nos afecta a todos. En algunos momentos, la sensación de incertidumbre ante un escenario global en parte desconocido es muy dura, agudizada cuando ha afectado a alguien cercano.
-¿Cómo están atendiendo las urgencias que llegan de otras patologías?
Desde el principio hemos diferenciado a los pacientes desde la Admisión de Urgencias, en función de sus síntomas, en «respiratorios» y «no respiratorios». Este segundo grupo se ha unificado con los pacientes pediátricos y hasta el 15 de abril ha sido una proporción muy pequeña respecto al total de urgencias. A partir de esa fecha ha empezado a crecer, al tiempo que el de «pacientes respiratorios» a bajar, por lo que estamos volviendo, con áreas específicas separadas, a tener una estructura similar a la previa a la crisis. Aunque el escenario ha mejorado, mantenemos la información telefónica a los familiares para que no permanezcan en las salas de espera.
-¿Han retrasado todas las cirugías o se están desarrollando algunas?
Se han revisado todos los pacientes de lista de espera en las especialidades quirúrgicas y procedimientos que asocian pruebas invasivas. Se han establecido circuitos «limpios» de Covid para los que no podían esperar, utilizando un concepto que hemos llamado «12 semanas». En la fase de mayor carga asistencial de la pandemia, casi todos los pacientes intervenidos presentaban diagnósticos de carácter oncológico, incluyendo las especialidades de Cirugía General, Urología, Ginecología, Otorrino, Neurocirugía, Cirugía Vascular y Cirugía Maxilofacial. En este momento se está reiniciando la actividad actualizando el circuito de cribado de pacientes a la fase actual, con criterios de priorización similares. También hemos empezado a incluir los pacientes de procedimientos ambulantes y de corta estancia siguiendo el mismo criterio de clasificación.
-¿Qué problemas son los más urgentes que sí están tratando actualmente?
En Urgencias hemos atendido en general patología traumatológica y de cirugía general. En Cirugía Maxilofacial la actividad ha sido fundamentalmente de carácter infeccioso, relacionada con patología dental.
-¿Existe algún protocolo con los pacientes que son atendidos ahora?
En la cirugía electiva los pacientes, tras ser clasificados según el tipo de patología que presentan, pasan un cribado epidemiológico que incluye pruebas analíticas específicas. En los urgentes hay otro circuito que establece también una separación en trayectorias Covid positivo o negativo, fundamentalmente para las medidas relacionadas con el ingreso hospitalario. Las medidas de protección para los trabajadores son las máximas en los dos escenarios.
-¿De qué forma realizan el seguimiento de los pacientes habituales?
Hemos podido hacer seguimiento de más del 80% de las 23.000 consultas agendadas en las tres semanas de mayor presión asistencial de marzo, resolviendo la mayoría de las necesidades de los pacientes. De igual forma, que ellos tengan aplicaciones que integran los sistemas asistenciales en sus móviles ha facilitado el seguimiento de los dados de alta, evitando ingresos y prolongar estancias en muchas fases de la pandemia, y mejorando así la gestión de los recursos para los ingresados.
-¿Cuáles son los temores que tienen sus pacientes actualmente?
En el escenario actual quienes acudan al hospital deben saber que lo hacen de forma segura. Esto supone diseñar circuitos de clasificación para pacientes Covid positivos y negativos, agrupando las pruebas y visitas para que, además, el número de desplazamientos sea el necesario.
-¿Cree que esta crisis servirá para consolidar la telemedicina y las consultas on-line de forma más natural?
Toca reformular el concepto de telemedicina. La distancia en la asistencia no la marca la presencia física, sino la forma de trabajar, de relacionarnos con el paciente. Acudir a un hospital debe aportar un valor específico. Durante esta crisis hemos comprobado que muchas de las consultas pueden resolverse por canales de comunicación no presenciales y muy ágiles. Fomentar el uso del Portal del Paciente para la comunicación con el médico, Enfermería, el fisioterapeuta, etc, adaptándolo al perfil de cada usuario, nos ha ayudado mucho, y seguiremos desarrollando esta herramienta con las funcionalidades necesarias para el paciente y para el profesional. La «nueva normalidad» va a tener, afortunadamente, circuitos que faciliten nuestro trabajo en ambos grupos, permitiendo también a los profesionales trabajar de manera distinta a como lo hacíamos hasta ahora.
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