Obesidad

La cirugía, una posibilidad real y efectiva frente a la obesidad

Son obesos y presentan un índice de masa corporal superior a 30, el 65% de los pacientes ingresados en UCI por COVID-19

El 90% de los obesos que se someten a una cirugía bariátrica mejoran o curan su diabetes y el 60% reduce el colesterol
Imagen de archivo, una persona con obesidadlarazonHOSPITAL RUBER INTERNACIONAL

Que no te engañen porque no hay persona obesa que esté sana. La obesidad es una enfermedad y un verdadero problema de salud en auge, que está provocando otra epidemia en este siglo XXI. Además, hay que tener muy claro, y más en estos días de pandemia, que la obesidad disminuye la esperanza de vida y aumenta el riesgo de mortalidad, especialmente al coincidir con otras enfermedades, siendo uno de los principales factores de riesgo en relación con la infección por COVID-19.

El doctor César Ramírez, jefe del Servicio de Cirugía General del Hospital Quirónsalud Málaga, y referente en Andalucía en operaciones de la obesidad, recuerda que diferentes estudios internacionales han constatado que son obesos y presentan un índice de masa corporal superior a 30, el 65% de los pacientes ingresados en UCI por COVID-19.

“De estos pacientes, 8 de cada 10 precisa de respiración asistida y presentan un porcentaje de mortalidad del 65%, frente al 36% que no sufre obesidad. Por tanto, la obesidad puede duplicar la probabilidad de fallecer por COVID-19”, advierte Ramírez.

En esta línea, el responsable de Cirugía Bariátrica de Quirónsalud Málaga, el doctor Javier Moreno, añade que la obesidad es uno de los principales factores de riesgo en relación con la infección por COVID-19, junto a la edad y a la hipertensión, y la diabetes.

A pesar de este riesgo, las cifras de prevalencia de personas obesas “siguen siendo alarmantes”, según advierten ambos especialistas. “Cerca de un 21% de los andaluces padece problemas de obesidad y más del 36% sobrepeso. Además, la OMS augura para 2030 un importante incremento de estos problemas a nivel mundial, con aproximadamente un 30% de obesidad (hombres, 36%; y mujeres, 21%), y un 70% de sobrepeso (hombres, 80%; y mujeres, 58%)”, señala el doctor Moreno.

Una enfermedad que favorece otras patologías

Asimismo, César Ramírez, jefe del servicio de Cirugía General del Hospital Quirónsalud Málaga, recuerda que la obesidad es una enfermedad que contribuye a la aparición de otras patologías, como la hipertensión arterial, la diabetes, o la dislipemia, así como el síndrome de apnea del sueño, o diversas cardiopatías. Además, señala que ésta disminuye la calidad y la esperanza de vida de quien la padece, y aumenta el riesgo de mortalidad, especialmente al coincidir con otras enfermedades, como puede haber sido el caso de pacientes con el nuevo coronavirus.

Desde la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO) subrayan que la obesidad se va desarrollando de una forma progresiva en los pacientes, y tiene un comportamiento invasivo en todas las funciones del organismo.

“Invade todos los órganos de forma directa, infiltrándolos de grasa, y causando una disfunción en los mismos: función hepática, pancreática, tiroidea. Afecta indirectamente a la función de la glándula tiroidea y paratiroidea, a la función ovárica y del sistema reproductor, llegando a causar infertilidad e impotencia”, advierte la entidad científica.

Ante un caso de sobrepeso u obesidad se debe acudir a un médico especialista. En el caso de la Unidad de Cirugía de la Obesidad o Bariátrica de Quirónsalud Málaga, el médico realiza una primera consulta en la que valora al paciente y si a éste se le han agotado todos los recursos médicos: “Hay que estudiar si las dietas y el ejercicio ya no son efectivos. En este caso se le deriva al cirujano para que valore su caso. Ahí se realiza también una analítica, proponiendo así el tratamiento ideal de forma personalizada”.

Moreno subraya asimismo que la cirugía se convierte en el tratamiento preferente de la obesidad cuando se han agotado las primeras opciones que da el médico. “Se ha demostrado que en el 98% de las ocasiones, los tratamientos dietéticos son insuficientes, pues se produce una recuperación del peso perdido en la mayor parte de los pacientes pasado un tiempo. Y no por falta de voluntad, sino por un tratamiento incorrecto”, advierte.

En este sentido, desde la SECO lamentan que en la actualidad sólo se operan el 2,2% de los pacientes que podrían beneficiarse de este tipo de cirugía. “Pretendemos mejorar la salud de nuestros pacientes, reduciendo el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer y otras enfermedades altamente prevalentes asociadas al sobrepeso y la obesidad, tales como la artrosis, la apnea del sueño, la ansiedad, o la depresión”, añade el doctor César Ramírez.

En concreto, el tratamiento de cada paciente dependerá de varios factores, aunque el más directo tiene que ver con su IMC o índice de masa corporal, que relaciona peso y talla. “Se calcula dividiendo peso en kilos por el cuadrado de la talla en metros. Con un resultado de 30-35 ya hablamos de un primer grado de obesidad”, apunta Moreno.

Destaca también que estas intervenciones han experimentado “una gran evolución en los últimos años” y es que en la actualidad, según precisa el experto de Quirónsalud Málaga, prácticamente el 50% de las operaciones de obesidad que se realizan son restrictivas, y en ellas el objetivo principal es disminuir el volumen de la ingesta calórica, como puede ser el caso de la gastrectomía vertical o del by-pass gástrico.

En concreto, cita que entre los beneficios de este tipo de operaciones se encontrarían: Aumenta la esperanza de vida del paciente; resuelve las enfermedades asociadas como la diabetes, la hipertensión arterial o la displemia; acelera la reinserción laboral; produce un importante ahorro de medicamentos y del gasto sanitario global; reduce las bajas médicas, y mejora la calidad de vida del paciente, favoreciendo su calidad de vida y su bienestar personal; aparte de mejorar las relaciones personales y sociales.

Carmen, por ejemplo, es una de las últimas pacientes operadas en esta etapa de nueva normalidad en el Hospital Quirónsalud Málaga: “Debía operarme y no podía demorarlo más por mi salud. Busqué al mejor equipo, pero también al hospital más seguro después de todo lo ocurrido en esta pandemia de COVID-19. Mi operación ha sido un éxito”, relata esta paciente que presentaba también otras comorbilidades consecuencia de la obesidad, como hipertensión, dislipemia e hiperglucemia.

Hoy en día ya no hay problema a la hora de acudir a una consulta de estas características, según celebra el doctor Ramírez, dado que el Hospital Quirónsalud Málaga ha sido pionero en Andalucía en la obtención del certificado Applus+ Protocolo Seguro frente al Covid-19′, tras corroborar que el centro es un espacio protegido, controlado y alineado con los estándares más exigentes frente al coronavirus