Covid

Europa alerta de más muertes por las nuevas cepas

Aunque no hay información de que las infecciones por las nuevas variantes de coronavirus de Reino Unido y Sudáfrica sean más graves, debido al aumento de la transmisibilidad, el Centro Europeo de Control de Enfermedades evalúa como alto su impacto en términos de hospitalizaciones y defunciones

El riesgo general asociado con la introducción y mayor propagación de las nuevas variantes en Europa se considera alto
El riesgo general asociado con la introducción y mayor propagación de las nuevas variantes en Europa se considera altoArchivo

Los virus cambian constantemente a través de la mutación, por lo que la aparición de nuevas variantes es un hecho esperado y el SARS-CoV-2 no es una excepción. Si bien la mayoría de las mutaciones emergentes no tendrán un impacto significativo en la propagación del virus, algunas mutaciones pueden proporcionar al virus una ventaja selectiva, como una mayor transmisibilidad. Es el caso de las nuevas variantes del SARS-CoV-2 de Reino Unido y de Sudáfrica. Por ello, desde el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC por sus siglas en inglés) consideran en su última evaluación recién publicada hoy que la probabilidad de que se introduzcan y se propaguen ambas cepas más en la UE “es actualmente alta”. Además, “aunque no hay información de que las infecciones por estas cepas sean más graves, debido al aumento de la transmisibilidad, el impacto de la enfermedad COVID-19 en términos de hospitalizaciones y muertes se evalúa como alto, particularmente para aquellos en grupos de mayor edad o con comorbilidades. Por lo tanto, el riesgo general asociado con la introducción y mayor propagación de SARS-CoV-2 VOC 202012/01 y 501.V2 se considera alto”, añaden desde el ECDC.

La probabilidad de que aumente la circulación de alguna cepa del SARS-CoV-2 y que esto ejerza una mayor presión sobre los sistemas de salud en las próximas semanas se considera elevada debido a la temporada festiva y, aún mayor, en los países donde se establecen las nuevas variantes. El impacto de esta mayor presión sobre los sistemas de salud se considera elevado incluso si se mantienen las actuales medidas de salud pública. “Por lo tanto, el riesgo general de un mayor impacto en los sistemas de salud en las próximas semanas se considera alto”, inciden.

No es un asunto baladí. Las autoridades sanitarias de Reino Unido han notificado este martes 53.153 casos de coronavirus en un solo día, un balance diario sin precedentes desde el inicio de la pandemia y que agrava aún más la escalada de los contagios en territorio británico. Según la ECDC, “el Reino Unido se ha enfrentado a un rápido aumento en las tasas de casos de COVID-19 en el sureste, el este y el área de Londres, que está asociado con la aparición de una nueva variante del SARS-CoV-2, VOC 202012/01 . Hasta el 26 de diciembre de 2020, se habían notificado en el Reino Unido más de 3.000 casos de esta nueva variante, confirmados por secuenciación del genoma. Una proporción cada vez mayor de casos en el sureste, el este y el área de Londres se debe a esta variante, pero también se han identificado casos en otras partes del Reino Unido”.

Además de esta cepa, “Sudáfrica ha informado de otra variante del SARS-CoV-2, designada como 501.V2, que también es de posible preocupación”. Esta cepa se observó por primera vez en muestras tomadas en octubre, y desde entonces se han confirmado más de 300 casos en Sudáfrica, donde ahora es la forma dominante del virus. Los resultados preliminares indican que esta variante puede tener una mayor transmisibilidad. Sin embargo, al igual que sucede con la variante de Reino Unido, no hay evidencia de que la de Sudáfrica esté asociada con una mayor gravedad de la infección. Y recuerdan que “el 22 de diciembre de 2020 se detectaron en el Reino Unido dos casos geográficamente separados de esta nueva variante 501.V2. Ambos son contactos de personas sintomáticas que regresan de un viaje a Sudáfrica”.

Ante esta situación, desde el ECDC se recomienda a los Estados miembros que continúen informando a sus ciudadanos sobre la necesidad de intervenciones no farmacéuticas de acuerdo con su situación epidemiológica local y sus políticas nacionales y, en particular, que consideren la posibilidad de brindar orientación sobre cómo evitar viajes y actividades sociales no esenciales.

Las opciones disponibles para retrasar la introducción y una mayor propagación de una nueva variante son según este organismo: realizar una secuenciación específica y representativa de casos comunitarios para detectar temprano y monitorear la incidencia de la variante; aumentar el seguimiento y las pruebas de personas con un vínculo epidemiológico en áreas con una incidencia significativamente mayor de la variante y secuenciar muestras de tales casos; mejorar el rastreo de contactos y el aislamiento de casos sospechosos y confirmados de la variante; alertar a las personas que vienen de áreas con una incidencia significativamente mayor de la variante sobre la necesidad de cumplir con la cuarentena, así como hacerse la prueba y autoaislarse si desarrollan síntomas, y recomendar evitar todos los viajes no esenciales, en particular a áreas con una incidencia significativamente mayor de la variante.

Si bien el despliegue de las vacunas probablemente contribuirá a la respuesta, estas medidas inmediatas son esenciales hasta que se disponga de dosis en cantidades suficientes y se haya demostrado que tienen un efecto atenuante. Por ello, aconsejan a los Estados miembros “seguir vigilando los cambios bruscos en las tasas de transmisión o la gravedad de la enfermedad como parte del proceso de identificación y evaluación del impacto de las variantes”. Además, las autoridades nacionales de salud pública deben notificar los casos de la nueva variante, así como cualquier otra nueva variante de SARS-CoV-2 de posible preocupación, a través del Sistema de Respuesta y Alerta Temprana (EWRS) y el Sistema Europeo de Vigilancia (TESSy). Para poder detectar la introducción de variantes conocidas, así como la aparición de nuevas variantes preocupantes, los Estados miembros “deben realizar una secuenciación oportuna del genoma de una selección significativa y representativa de aislamientos. El Reino Unido ha demostrado que su programa de secuenciación es capaz de detectar variantes emergentes. Idealmente, los Estados miembros deberían aspirar a una puntualidad y una fracción similares de las muestras secuenciadas, aunque esto dependerá de la disponibilidad de recursos. Si la secuenciación representativa en una escala similar a la llevada a cabo por el Reino Unido no es factible, se podrían seleccionar muestras cuando se sospeche la participación de una variante de interés”.