Entrevista

Camilla Harder Hartvig: «La menopausia podría parecer un problema menor, pero no lo es»

Chief Commercial Officer de Theramex

Camilla Harder Hartvig, Chief Commercial Officer de Theramex
Camilla Harder Hartvig, Chief Commercial Officer de TheramexEnrique CidonchaLa Razón

En esta época de empoderamiento de la mujer, ¿considera que la menopausia tiene aún que «salir del armario»?

Creo que sí. Si bien las mujeres de todo el mundo luchan por la igualdad de los derechos más básicos, la menopausia podría parecer un problema relativamente menor, pero no es así: nos afecta negativamente a muchas de nosotras y, con medios simples, muchas mujeres pueden sentirse mucho mejor y, por lo tanto, continuar viviendo unas vidas activas y desempeñando así sus importantes roles en el trabajo y con la familia.

En Reino Unido se ha puesto en marcha una campaña para promover una ley que proteja los derechos laborales de las mujeres en esta fase de su vida. ¿Por qué es necesaria una ley así?

Históricamente, las mujeres no se han sentido seguras alzando la voz especialmente en áreas donde es todavía más difícil ser iguales a los hombres. Hemos aprendido a una edad temprana a guardar silencio y a seguir adelante. En un mundo más empoderado e igualitario, esto está cambiando, pero no lo suficientemente rápido. El 30% de las mujeres considera dejar sus trabajos durante la menopausia debido a la gravedad de sus síntomas y a las respuestas poco empáticas de sus empleadores (que tradicionalmente han sido hombres). Por eso estas leyes pueden ayudar a las mujeres a que se mantengan activas y a seguir desempeñando un papel importante en el entorno laboral, ya sea como líderes o como empleadas.

El climaterio es una etapa de la vida cargada de prejuicios y, de hecho, el empleo de la terapia hormonal sustitutiva ha estado muy cuestionado durante años, al menos en nuestro país... ¿Por qué?

Desafortunadamente, los conceptos erróneos y los malentendidos del estudio WHI del año 2001 han empujado a generaciones enteras de mujeres –y a sus médicos– a evitar la terapia de reemplazo hormonal (TRH). Con una mejor comprensión ahora y con las nuevas TRH disponibles, las conversaciones que se están llevando a cabo en la actualidad están sopesando los riesgos del tratamiento frente a la falta de tratamiento. De esta manera, las mujeres tienen la oportunidad de tomar una decisión activa sobre la vida que quieren seguir viviendo antes, durante y después de la menopausia. La elección debe ser suya y en base a una abundante información objetiva.

En algunos países asiáticos está aceptada también la baja por menstruación. ¿Cree que sería posible algo así en España o Europa?

Creo que las mujeres deberían ser tratadas como iguales y tener derecho a ser abiertas sobre los momentos durante el mes en los que sienten que no pueden llegar a estar al 100%. Ya se trate de una baja por enfermedad o de tener un jefe comprensivo y una cultura de apoyo en la empresa, es una conversación que se tiene que producir. Personalmente, me inclino por la última, pero a menudo para que las cosas realmente cambien, se deben aplicar medidas audaces.

¿Por qué, en su opinión, no se tienen en cuenta los procesos que sólo afectan a la salud de las mujeres?

La voz femenina sigue siendo considerada una voz minoritaria y, mientras la situación no cambie, habrá sesgo en los procesos y decisiones que se tomen.

¿De qué forma se podría potenciar esta voz de la mujer para que deje de ser minoritaria?

Necesitamos seguir creyendo que el mundo será un lugar realmente pacífico y sostenible solo cuando tengamos igualdad real, para que todas las voces –también las de las minorías– se escuchen y desempeñen un papel en nuestro futuro. Para la agenda de salud de la mujer hago un llamamiento a más mujeres valientes para que hablen, compartan sus historias, por ejemplo, sobre la menopausia, y exijan acceso y opciones que, en definitiva, nos permitirán tener mujeres más saludables que las de hoy. ¿Cómo puede eso no ser algo bueno?