40 años de las primeras elecciones

10 millones más, 7 centímetros más altos y 8,6 años más de vida

Tenemos 2.000 accidentes menos en nuestras carreteras, hemos cambiado el Seat 127 por el coche eléctrico y somos un país líder en trasplantes, pero con una población más envejecida: harían falta 260.000 niños beneficiado a la izquierda mientras que hay una relación directa entre la abstención y las victorias del PP.

Hace 40 años solo las familias afortunadas podían viajar fuera del país, lo normal era pasar unos días en Benidorm, el destino más promocionado, o en el pueblo.
Hace 40 años solo las familias afortunadas podían viajar fuera del país, lo normal era pasar unos días en Benidorm, el destino más promocionado, o en el pueblo.larazon

Tenemos 2.000 accidentes menos en nuestras carreteras, hemos cambiado el Seat 127 por el coche eléctrico y somos un país líder en trasplantes, pero con una población más envejecida: harían falta 260.000 niños beneficiado a la izquierda mientras que hay una relación directa entre la abstención y las victorias del PP.

Poco queda del español medio de hace 40 años, aquel que se preparaba para acudir a las urnas tras cuatro largas décadas de dictadura franquista. Puede que el único resquicio sea esa barba que tan en boga estuvo entre las filas del progresismo. Aunque a decir verdad ahora los hombres se preocupan de llevarla perfilada y arreglada, tal como dicta la moda. Sí, la estética manda y las redes sociales marcan las tendencias.

Los españoles hemos perdido intimidad, ahora todo se publica en Facebook y el Whatsaap delata la hora a la que uno ha conciliado el sueño. Pero hemos ganado en altura, nada menos que siete centímetros –entonces lo normal era medir 1,70 metros– y aunque seguimos sin poder equipararnos con holandeses o daneses, la previsión es que las nuevas generaciones lleguen al 1,80. Es cierto, continuamos siendo más bajitos que la media europea, pero lideramos otros ránking. El último informe elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2016, situó a España como cuarto país con más esperanza de vida del mundo, sólo por debajo de Japón, Suiza o Singapur. Vivimos de media 82,8 años, 8,6 más que cuando España estrenó democracia. ¡Y también somos líderes mundiales en donaciones de órganos! Hace 25 años que ocupamos el primer puesto, gracias al altruismo y también a la Ley de Trasplantes que se promulgó poco después de que se constituyesen las Cortes.

El envejecimiento de la población es el contrapunto. Hay diez millones de habitantes más que hace 40 años –de 36,6 millones en 1977 a los 46,5 en 2017– pero a diferencia de entonces, cuando la tasa de fecundidad era de 2,65 hijos por mujer, en la actualidad no está garantizado el reemplazo poblacional. Hay más muertes que nacimientos –1,33 por mujer–, la pirámide de población ya es un rombo y según el Instituto de Política Familiar harían falta 260.000 niños más al año para revertir la situación. ¿Qué ha pasado en todo este tiempo? Sobre todo, que el rol de la mujer ha cambiado y ya no sólo se ocupa del cuidado del hogar y la crianza de los hijos. Si en 1977, tan sólo el 28% de las mujeres desempeñaba un trabajo fuera de casa ahora es el 46%. Este factor, unido a la actual inestabilidad laboral y la falta de políticas de conciliación ha provocado que se decida tener hijos más tarde, a los 30,6 años cuando en 1977 era a los 24,7.

Las Marías y los Davides, los nombres más comunes de 1977, han sido reemplazados por Lucías y Hugos. Y también los juguetes con los que se divertían. La muñeca Nancy y la Magia Borrás han pasado a ser artículos de coleccionista. Ahora el «Spinner» es la nueva moda en los colegios, pero los dispositivos electrónicos ocupan sin duda casi todo el tiempo de ocio ¡los niños ya no juegan en la calle!

Pero salen más de vacaciones con su familias, para ser exactos el doble que hace 40 años. Las maletas dejaban poco espacio al Seat 128, el coche más vendido de la época, pero no todos podían disponer de uno. Sólo seis millones de turismos circulaban entonces por las carreteras españolas. Ahora son más de 27 millones, aunque todavía son pocos los que funcionan con energía eléctrica –suponen menos del 1% de las ventas de turismos nacionales–.

Pese a que las carreteras estaban menos saturadas, en 1977 se registraron 34.453 accidentes con 3.306 víctimas mortales. Ese mismo año la Dirección General de Tráfico (DGT) empezó a alertar del peligro de conducir bajo los efectos del alcohol, pero el lema elegido, «Control con una copa de menos», a día de hoy se consideraría del todo incorrecto. Ahora la DGT alerta directamente de que «Si bebes alcohol no conduzcas».