Navidad
Los juguetes más innovadores serán sostenibles e inspirados en el mundo digital
El instituto AIJU de REDIT ayuda al sector juguetero a identificar tendencias y desarrollar los productos más innovadores de la carta a los Reyes Magos
Desarrollar un nuevo juguete implica un proceso de casi un año, por lo que la industria de este sector tiene que anticiparse a los deseos de los más pequeños de la casa, y también a los de sus padres. Para ello, centros tecnológicos como AIJU de Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (REDIT) desempeñan un papel esencial en esta cadena de producción al ayudarles a identificar cuáles serán las tendencias que colmarán sus deseos.
Estos institutos proporcionan a un sector como el juguetero de los recursos técnicos para enfocar los desarrollos más innovadores: desde nuevos materiales hasta nuevas funcionalidades, «con las que sorprender a los niños y lograr ese efecto wow», explica María Costa, directora del área de I+D en el instituto tecnológico AIJU y miembro del comité internacional de Tendencias de la Feria Internacional de Juguetes de Nuremberg. Así, esta investigadora acerca las tendencias más disruptivas.
Lo digital no va a faltar estas Navidades, pero tendrá un toque diferente. Si bien es cierto que cada vez más pronto los niños se acercan al universo digital y esto se refleja en los productos que desarrolla el sector, empieza a tener más presencia la tendencia llamada «Digital goes physical» (Lo digital se vuelve físico), por la que los juguetes ya no solo se inspiran en películas o series, sino que también están influenciados por contenidos digitales, desde videojuegos a «influencers».
Por ejemplo, se crean juegos como un Monopoly basado en el juego Fornite, o un juego de construcción tipo Lego inspirado en el videojuego de Mario Bros. El objetivo de esta tendencia es desarrollar tanto la socialización, como la motricidad final y la imaginación de los niños, explica la experta de AIJU.
Respeto por el medioambiente
Y si la sostenibilidad está inundando todos los sectores, no podía ser menos la industria juguetera, a través del concepto «Toys for future». Se trata no solo de impulsar en los niños la conciencia ambiental y la sostenibilidad, sino también en los procesos de fabricación. En este sentido, se están desarrollando nuevos materiales más ecológicos, basados en bioplásticos y en aditivos sostenibles. Se están fabricando juguetes con caña de azúcar, almidón de maíz o cáscara de almendras. Este auge está muy relacionado con el cambio sociocultural, ya que cada vez hay más padres de la generación millennial que valoran la sostenibilidad, puntualiza Costa.
«Los consumidores cada vez buscan más marcas que contengan o incluyan elementos sociales, no solo relacionados con la sostenibilidad». Y esto nos lleva a la tercera tendencia: «Be You» (sé tú mismo), que prima tener en cuenta el respeto hacia los demás. Así, cada vez es más habitual ver juguetes de carácter inclusivo e igualitario, ya sea por género o por diferentes culturas, para que «reflejen las diversas realidades sociales».
Esta tendencia educativa está ligada con las llamadas «nuevas pedagogías alternativas», como Montessori, Waldorf o Reggio Emilia, entre otras. Estas pedagogías, añade la experta de AIJU, son aquellas que «hablan de la resolución de problemas, de uso de matemáticas y de creatividad para superar obstáculos», es decir, de las habilidades que se van a demandar en las nuevas profesiones del futuro que ejercerán los hoy aún niños.
Además, este año se ha generado una nueva tendencia relacionada con la pandemia por la Covid-19 y la necesidad de los más pequeños de salir a la calle a jugar, combinada con la obligación en determinados momentos de quedarse en casa. Esto ha provocado «una explosión de juegos de mesa y de todo lo relacionado con las manualidades». De hecho, Costa señala que 18 de los 30 juguetes más vendidos son juegos de mesa, así como pequeños juegos para «recrear la realidad en la que estamos viviendo».
Un impulso necesario para el sector
Desde los institutos tecnológicos como AIJU, además de identificar estas tendencias para el sector juguetero, también se ayuda al tejido industrial a facilitar las validaciones de productos para su distribución en el mercado, por ejemplo, a través de la creación rápida de prototipados, así como lanzando series cortas de producción, apunta María Costa. Para ello, AIJU cuenta con una línea de desarrollo tecnológico para la fabricación (IT manufacturing) con impresión 3D y con el uso de los nuevos materiales sostenibles para «lograr un acabado muy estético en los prototipos y, además, que estos puedan ser funcionales».
Asimismo, también se ayuda a las empresas jugueteras a aplicar las tecnologías más punteras: «Como las relacionadas con la inteligencia artificial aplicada a los juguetes, las tecnologías inmersivas, la holografía, la realidad aumentada y la virtual e, incluso, robótica». Todos estos detalles tecnológicos ya se están incorporando en los juguetes, asegura la investigadora. «Por ejemplo, juguetes de piezas de construcción en las que, a través de la app de la ‘caja’, los niños pueden buscar los fantasmas que esconde la casa que acaban de construir». Además, AIJU también apoya a las empresas en aquellas áreas más centradas en la gestión, por ejemplo, para ofrecerles los últimos avances de servicios en la nube, realidad aumentada y realidad virtual.
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