Glasgow

Conversaciones contrarreloj en la Cumbre del Clima para lograr acuerdos

El borrador presentado ayer desinfló las espectativas de poner fin al uso de combustibles fósiles

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Si ya es arduamente complicado poner a alrededor de 200 países de acuerdo en algo, el reto es aún mayor cuando la materia en sí es el medio ambiente. Primero porque es una cuestión cargada de tecnicismos que se escapan a la mayoría de los mortales. Segundo, porque para los políticos no es especialmente reconfortante. Al fin y al cabo, son los votantes actuales los que deben realizar los sacrificios para las generaciones futuras. Por lo tanto, es entendible que las negociaciones finales de la cumbre del clima de ONU que se celebra en Glasgow se alargaran ayer más de lo previsto.

En un principio, la COP26 debía haber terminado ayer. Pero al cierre de esta edición, las delegaciones seguían con conversaciones contrarreloj a fin de alcanzar un pacto que mantenga vivo el objetivo del histórico Acuerdo de París de 2015 para mantener la temperatura global por debajo de los 1,5 C a finales de este siglo.

Lo cierto es que el último borrador publicado este viernes –que puede sufrir variaciones hasta el último momento– desinfló las expectativas al diluir los compromisos para poner fin al uso de carbón y otros combustibles fósiles. Donde el primer texto, publicado el miércoles, llamaba a los países a «acelerar el fin del carbón y los subsidios a los combustibles fósiles», el nuevo borrador limitaba esa demanda a «la eliminación del carbón sin sistemas de captura de carbono» y de «los subsidios ineficientes a combustibles fósiles».

La primera redacción no resultó del agrado de países como Arabia Saudí, India, Australia o Rusia. Y a fin de intentar lograr el ansiado consenso, la presidencia británica de la cumbre, que se juega mucho a nivel diplomático en la era post Brexit, está dispuesta a revisar cada punto y cada coma.

En cualquier caso, si bien el lenguaje sobre combustibles fósiles se había suavizado, si finalmente la versión última de las conclusiones incluye por primera vez la eliminación progresiva de éstos se consideraría un gran paso. El pacto final no es vinculante. Pero de alguna manera sí compromete a los líderes políticos. El secretario general de la ONU, António Guterres, advertía que el objetivo crucial de limitar el calentamiento global a 1,5° C se encuentra ahora con «respirador artificial».

Al cierre de esta edición, los negociadores de países que dependen de los combustibles fósiles aún podían intentar enmendar el texto. Por lo tanto, los grupos medio ambientales acogieron con cautela el borrador. «La línea clave para eliminar gradualmente los subsidios al carbón y los combustibles fósiles se ha debilitado críticamente, pero todavía está ahí».