EE UU alerta sobre el EV-D68, un virus que se propaga entre los niños que puede causar parálisis

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) han advertido sobre la propagación de un virus respiratorio que afecta a los niños que puede causar debilidad muscular o parálisis en algunos casos.

El organismo sanitario emitió una alerta el pasado viernes sobre el EV-D68. Este enterovirus comúnmente provoca enfermedades respiratorias con síntomas leves parecidos a los de un resfriado, pero en raras ocasiones puede desencadenar afecciones neurológicas graves.

El EV-D68 puede resultar en una condición neurológica grave similar a la poliomielitis llamada mielitis flácida aguda (AFM), que se caracteriza por inflamación en la región del cuello de la médula espinal. Algunas personas con AFM experimentan debilidad muscular y de las extremidades y puede provocar parálisis a largo plazo o incluso permanente.

En 2014, en un brote de la enfermedad en EEUU, alrededor del 10 % de las personas diagnosticadas con EV-D68 desarrollaron AFM. Desde entonces, los CDC han registrado picos estrechamente relacionados de casos de EV-D68 y AFM siguiendo una tendencia de dos años. El mayor aumento se produjo en 2019 cuando se alcanzaron 238 casos documentados de la enfermedad en todo el país.

Con la llegada de la pandemia de coronavirus, al igual que otros virus respiratorias, el EV-D68 ha estado prácticamente desaparecido, pero este año se ha identificado un aumento de infecciones, y a principios de septiembre de este año se han comunicado 13 casos de AFM en cinco estados, y los CDC investigan 20 casos adicionales.

Por este motivo, las autoridades estadounidenses han pedido a pediatras y médicos de urgencia que estén atentos a los casos de EV-D68 entre los niños y que consideren seriamente la AFM como un posible diagnóstico para pacientes con debilidad en las extremidades.

Los síntomas más comunes del EV-D68 son: secreción nasal, estornudos, dolores corporales o musculares, tos, dificultad para respirar, sibilancias y fiebre en la mitad de los casos.

Los niños que desarrollan AFM generalmente requieren hospitalización. No existen tratamientos para la enfermedad. Los médicos pueden proporcionar terapia de anticuerpos para mejorar la respuesta inmunitaria de un paciente o administrar atención de apoyo, como respiradores artificiales o fluidos.

LosCDC recomiendan como medidas de prevención el lavado de manos, evitar compartir alimentos o bebidas con personas que no se encuentren bien, desinfectar las superficies después de que las use alguien que pueda estar enfermo y usar una mascarilla alrededor de otras personas cuando experimente síntomas similares a los del resfriado.