Violencia de género

Acude al hospital con un cuchillo clavado en el cuello y detienen a su ex pareja

Las discusiones entre ambos eran constantes, según fuentes de la investigación

Acude al hospital con un cuchillo clavado en el cuello y detienen a su ex pareja
Acude al hospital con un cuchillo clavado en el cuello y detienen a su ex parejalarazon

A primera hora de ayer, Mónica, de 36 años, se levantó para ir al Hospital Povisa de Vigo, donde trabaja como enfermera. Salió de su casa y antes de llegar al garaje, se topó con su supuesto agresor, su ex pareja, C. F., de 40 años, quien tras asestarle diversos golpes, dadas las múltiples heridas defensivas que presentaba en brazos y manos, le clavó un arma blanca en el cuello. Ésa es la imagen que contemplaron sus compañeros del centro al verla entrar por su propio pie en el hospital. Al parecer, tal y como ha apuntado uno de los testimonios a la Policía, fue el propio agresor, de 40 años, el que la dejó cerca del centro en el que el supuesto agresor también trabaja.

Aunque parezca mentira, tuvo suerte. El mango del cuchillo se rompió durante la agresión y un trozo de la hoja se le quedó clavado en el cuello, lo que permitió que pudiera llegar al hospital con vida y a tiempo de poder ser operada de urgencia. Al cierre de esta edición, la habían tenido que intervenir en varias ocasiones y todavía tenía parte de la hoja en el cuello.

Antes de ser intervenida, varios agentes de la Policía Nacional se personaron en el hospital tras recibir el aviso del centro médico antes de las 07:30 de la mañana. Es allí donde la víctima les pone sobre la pista de su supuesto agresor, que también trabaja en el Hospital Povisa, y quien es detenido poco tiempo después.

Su ex pareja en todo momento negó los hechos, y aseguró no saber por qué le detenían, según pudo saber LA RAZÓN. De hecho, el arrestado se mostró muy tranquilo con los agentes, «colaborador» incluso, algo que les llamó bastante la atención dada la gravedad de los hechos de los que se les acusa: autor de un delito de violencia de género. Ahora bien, las pruebas recogidas y las declaraciones tomadas a diversos testiminios desmontan su teoría, tal y como aseguraron fuentes próximas a la investigación.

Lo que no queda claro es si el agresor estaba esperando a la víctima debajo de su casa para agredirla o si vivían juntos o al menos en dos pisos muy próximo.

Respecto a posibles denuncias previas, a la Policía Nacional no le consta que Mónica hubiese presentado denuncias previas por malos tratos o pedido una orden de alejamiento, aunque lo cierto es que ambos, naturales de Vigo, se llevaban mal, ya que al parecer tenían broncas de forma frecuente tal y como aseveraron varios de los testigos consultados por los agentes. A la espera de que se cierren todos los flecos de la investigación, como analizar la ropa que llevaba el agresor, así como la de la víctima, todo apunta a que a lo largo de hoy C. F. pasará a disposición judicial.