¿Arriesgaría la vida por tener un «cuerpo diez» musculoso en verano?

La mayoría de los productos que vendía la red desmantelada eran comprados por internet "sin ningún tipo de control"y elaborados en China

"El problema se agudiza en verano, cuando la gente quiere conseguir un cuerpo perfecto en muy poco tiempo y con poco sacrificio", explica un mando policial al referirse a los clientes de la última red que ha caído por comercializar medicamentos ilegalmente, lo que multiplica su potencial riesgo.

La Policía Nacional ha informado hoy de la detención de 22 personas en Valencia, Ibiza y Barcelona por distribuir sustancias dopantes en tiendas de nutrición deportiva y gimnasios, entre ellas destacados culturistas y una enfermera que supuestamente conseguía las recetas para adquirir esos productos en farmacias.

Lo hacían por dos vías: falsificando recetas para comprar medicamentos en farmacias que eran tomados sobre todo por los propios miembros de la red, al ser realmente productos de laboratorio más seguros, o bien comprándolos por internet "sin ningún tipo de control", llegando a ofrecer sustancias en mal estado.

Esta operación se suma a otras dos llevadas a cabo esta semana por la Guardia Civil: una con 19 arrestados por distribuir medicamentos falsos o ilegales, especialmente potenciadores de la función sexual y de masa muscular, en la que se intervinieron un millón de dosis, y otra con siete detenidos por el mismo motivo.

El riesgo para la salud es alto, aunque en los gimnasios y tiendas nutricionales en los que operan estos grupos se asegure lo contrario y se aparente que están hechos en laboratorios seguros.

Así lo pregonaban los arrestados en la operación de la Policía, según ha relatado hoy el inspector jefe responsable del Grupo Antidopaje de la Policía Judicial, que ha precisado que los miembros de la red, entre ellos destacados culturistas, solían tomar solo los medicamentos que conseguían en farmacias con recetas falsas "porque saben que tienen menos riesgo para la salud".

Contaban con la ayuda de una enfermera que utilizaba el sello de un médico, sin el consentimiento de éste, para conseguir las recetas y tener así medicamentos legales, elaborados en laboratorios homologados, de manera ilegal.

Pero la mayoría de los productos que vendían a sus clientes eran comprados por internet "sin ningún tipo de control"en páginas de países extranjeros y elaborados fundamentalmente en China.

Para darles apariencia de legalidad y seguridad, los embalaban en cajas con fecha de caducidad y la etiqueta de un laboratorio que, al investigar, no existe.

La Policía les ha incautado más de medio millón de dosis y ha comprobado que algunas de ellas estaban en mal estado, solidificadas.

No obstante estas redes no paran de tener clientes, sobre todo al comienzo del verano, "cuando la gente quiere conseguir un cuerpo perfecto en muy poco tiempo y con poco sacrificio".